Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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viernes, 4 de junio de 2021

Planetas invisibles, cuentos chinos de ciencia ficción

Portada Planetas Invisibles, compilación de Ken Liu

Sinopsis: Trece visiones del futuro. Trece historias poderosas que dan una idea de la variedad de voces, temas y técnicas de los autores chinos de ciencia ficción: las hay inquietantes, irónicas, distópicas, emotivas... Algunas han recibido premios y elogios de la crítica, otras han aparecido seleccionadas en distintas antologías y otras son simplemente favoritas de Ken Liu. Completan la colección varios ensayos de los propios autores sobre la ciencia ficción china y la introducción de Ken Liu. Incluye "Entre los pliegues de Pekín", de Hao Jingfang, premio Hugo 2016, y tres relatos del premio Hugo 2015 Liu Cixin.

Esta es una colección de relatos de ciencia ficción de autores chinos; la compilación y la traducción al inglés la hizo Ken Liu. Al español se encargaron Manuel de los Reyes y David Tejéra Expósito (y me queda la duda de si fue traducción indirecta, lo que parece probable, lo anotaré para investigarlo. La colección incluye a trece autores en los que me detendré un poco de uno en uno porque creo que es la única manera hablar de estar antología (sobre todo en la disposición que Ken Liu eligió para presentar los relatos), además de unos ensayos al final y una introducción de Ken Liu que usaré como punto de partida para la reseña.

La ciencia ficción es la literatura de los sueños, y los textos oníricos siempre nos dicen algo acerca del soñador, de que interpreta los suños y de la audiencia. 

Desde el principio el libro obliga a que el lector confronte sus propias ideas (o falta de estas) sobre la ciencia ficción china. Este tipo de antologías, que unen a escritores que comparten cultura, siempre despiertan ideas preconcebidas desde lo que creemos que debería ser el imaginario del lugar en el que nos encontramos. De la misma manera que parece que le exijimos a los autores mexicanos que usen un decorado mexicano en sus historias (lo que cada quien considere mexicano, que es demasiado subjetivo: ¿qué es lo mexicano, exactamente, cuando somos un país tan diferente de punta a punta?), parece que esperamos que los autores chinos escriban siempre lo que creemos que es China. Y es cierto que autores que escriben anclados a una misma cultura muchas veces comparten preocupaciones e intereses similares que luego aparecen una y otra vez en sus textos, pero no podemos limitar a esperar una idea pre concebida. Es más, ni siquiera podemos creer que tan solo trece visiones diferentes nos darán un panorama demasiado amplio sobre lo que es China y su literatura de ciencia ficción. Ya lo dice Ken Liu y lo explica mejor que yo:

Conocer China a través de las noticias sesgadas de los medios occidentales o asegurar que se «entiende» a país por ser inmigrante o haber sido turista es lo mismo que vislumbrar una mancha borrosa a través de una pajita y afirmar que se trata de un leopardo. [...]
La realidad política de país y su complicada relación con Occidente hace que a los lectores occidentales les parezca normal interpretar la ciencia-ficción china bajo el prisma de los sueños, esperanzas y fantasías occidentales sobre la política china. [...]
Dar por hecho que las preocupaciones políticas de los autores chinos son las mismas que las que los lectores occidentales esperan de ellos es, como mínimo, arrogante y, lo que es peor, peligroso. El mensaje que los esritores chinos intentan comunicar es universal, se refiere no solo a China sino también a la humanidad en su conjunto, [...].

Ken Liu
Ken Liu

Siento que por momentos se dirige mucho más a a la audiencia que leerá en inglés y que viven en ese eufemismo que llamamos países desarrollados, pero también ocurre en México: nos sorprendemos cuando cosas de otras latitudes resultan tener narrativas que también nos interpelan y resultan, además, ser diferentes de lo que imaginamos (en español, por ejemplo, cuántas veces no habré visto a los españoles leyendo a los autores de América Latina buscando desesperadamente lo que ellos creen que es "lo latinoamericano" cuando aquí no tenemos respuesta a esa pregunta). En fin, no sean como los que andan descubriendo el hilo negro de los generos imaginativos cada tres segundos y no digan "no es sólo ciencia ficción *inserte aquí una cultura, la que quiera*, sino que trasciende hasta crear una visión universal y humana" (que en sus ratos libres se juntan con los que acaban de descubrir por enésima vez que la ciencia ficción "no son sólo máquinas, sino también se refiere a lo humano").

Así pues, tenemos trece visiones distintas por siete autores distintos y no puedo englobar del todo por lo diferentes que son (China es muy grande), por lo que opté por hacer un pequeño apartado para cada autor.

Chen Qiufan

—¿Sabes si hay algo de real en todo esto? —murmuro.
—Claro. Tú. Yo. Nosotros somos de verdad.

Este autor me produce sentimients encontrados. Por un lado, tiene dos historias muy interesantes y una que no me gustó en lo más absoluto. Es normal, después de todo: a veces resulta imposible que todas las historias de un autor te gusten. Sin embargo, los sentimientos encontrados me los causa el porqué. Pero vayamos por partes (como dice Jack El Destripador y hace tanto que no hacía este mal chiste que me lo tienen que perdonar esta vez). 

El Año de la Rata nos presenta un mundo donde todos aquellos que no sean útiles productivamente (oh, bello capitalismo) acaban cazando... ratas. Ratas especiales, extrañas, pero ratas al fin y al cabo. Hay toda una máquina propagandística que se asoma de fondo (nada raro, el mundo en el que estamos paraditos en la realidad está atascado de propaganda por los cuatro costados) hablando de como es un servicio hacer ese trabajo. Hasta que, claro, lo de las ratas se complica y parece que surge una nueva civilización con ellas. Una historia muy interesante, que en general me gustó. Me pareció una buena apertura a la antología y me dejó con curiosidad de qué había más allá.

Por el contrario, El pez de Lijiang me fascinó. El juego con lo virtual y nuestras percepciones es algo ante lo que soy débil, lo admito. El juego de si lo que estás viendo es real o es tan solo una proyección de algo que no está allí. Parece, pero quizá no lo es. Qué tanto pueden engañarte los sentidos o por qué nos interesa crear mundos artificiales antes que preservar lo que existe (y esta especialmente fue una pregunta que me hice yo mientras leía, no la alcancé a ver de todo en el subtexto, pero creo que es un muy buen punto de partida para platicar de algunos detalles del cuento). Mi favorito entre los tres de Chen Qiufan.

La flor de Shazui no me gustó en lo absoluto y me encantaría no tener que gastar tiempo en ella. Sólo quiero decir que no me gusta cuando los hombres escriben de mujeres en prostitución y son incapaces de describirlas más allá de los objetos. Incluso si son sus protagonistas quienes lo hacen. Me incomoda. Y quizá debería incomodarme, quizá ese sea el propósito, pero... a estas alturas, ¿para qué de nuevo si hay tantos ejemplos? Por supuesto no es el único tema del tiempo, pero la sensación que me quedó fue tan... ¿por qué otra vez?, ¿por qué no otras visiones? En fin. No fue lo mío.

Xia Jia

—Sí, me gustan los poemas —responde la murciélago al tiempo que asiente—. Cuando los poetas ya no están entre nosotros, los poemas se vuelven aun más valiosos.
—¿Los poetas ya no están entre nosotros? —pregunta el dragón equino, preocupado—. ¿Afirmas que ya nadie escribe poemas?

Xia Jia, fotografía
Xia Jia

Ella es mi nueva escritora favorita de esta antología. No es la única, pero me maravillaron sus cuentos, me parecieron super interesantes, bonitos, la prosa de la traducción en los tres está super cuidada y detallada. Dos de los cuentos, además, tienen un tono que me recuerda mucho a las leyendas, a los cuentos de hadas y a cierta prosa que suelo encontrar mucho en la fantasía. Y el otro igual es impresionante.

Cientos de fantasmas desfilan esta noche me recordó a cuentos de fantasmas contados al anochecer. No precisamente a esas historias de miedo con giros inesperados, si no historias misteriosas con personajes adorables por momentos a los que uno se apega demasiado rápido y que calientan el corazón con la manera en la que hilan sus palabras. Más o menos a esa sensación me refiero cuando hablo de los fantasmas que pueblan este cuento y de las historias que va dejando caer, una a una, para ser recogidas por quien las está leyendo.

El verano de Tongtong es el cuento que he visto más mencionado de todos y al parecer uno de los más aclamados de a antología. Entiendo por qué: técnicamente me pareció impecable la historia desde los ojos de una niña y su tema es universal (cada cuánto volteamos a ver hacia la vejez y nos preocupamos por los cuidados). No fue mi favorito (por meros intereses literarios, porque los tres cuentos de Xia Jia son bastante buenos), pero Tongtong y su abuelo son personajes que estarán siempre en mi corazón y me parece que la visión de Xia Jia puede ser usada para dialogar sobre el tema de los cuidados yla vejez desde la ficción.

Dragón equino
Dragón equino

El paseo nocturno del dragón equino fue mi favorito. Me pareció una historia de fantasía, tiene mucho de su estética, de sus temas y de algunas de sus fórmulas entre sus palabras aunque estemos hablando de máquinas. Creo que demuestra cierto tipo de hibridaciones que son muy posibles dentro de a literatura imaginativa o haciendo uso de la literatura imaginativa. Seguimos un paseo del dragón equino, acompañado de historias y de las esperanzas de una criatura que se ha quedado en un mundo abandonado.

Ma Boyong

—Mientras haya dos palabras o incluso dos letras en el mundo, será posible continuar intercambiando ideas. ¿Sabes código morse?

De este autor hay sólo una obra en la antología, lo cual me pareció muy limitado para hacerme, aunque fuera, una visión limitada sobre él. En su introducción se menciona que escribió una novela corta del género wuxia (del que hablé en una reseña de una obra china muy diferente aka Mo Dao Zu Shi) en donde abordaba la historia de Juana de Arco y me quedé con curiosidad de saber más sobre eso. Por lo que pude investigar esta historia y otra contribución que aparece en la siguiente antología de Ken Liu (Estrellas rotas) son las únicas que han sido traducidas oficialmente, pero NovelUpdates, ese paraíso de los grupos amateurs de traducción chino-inglés tiene un pedazo de una obra histórica de suspenso titulada The Longest Day in Chang'an, que incluso tiene adaptación a un drama. Lamentablemente la traducción está incompleta desde 2020.

En Planetas invisibles publicó La ciudad del silencio, un homenaje obvio a 1984 de George Orwell. No me cae bien George Orwell. Me da risa, sí, cuando la derecha lo considera un duro crítico contra el comunismo (porque también tuvo formación marxista y se consideraba a favor del... socialismo democrático; en fin, luego hablamos de sus visiones políticas). Tampoco me gusta 1984. Me incomodan sus aproximaciones al amor y a las relaciones sexuales. Tanto como me incomodaron de nueva cuenta (al menos las segundas) en la manera en que Ma Boyong se aproximaba a ellas (fue un elemento que me resultó demasiado 1984 para mi gusto); era, además, imposible ignorar las conexiones cuando Ma Boyong las hacía tan obvias en todo sentido (incluso mostrando a personajes que escuchaban pasajes de la novela). Sin embargo, algo que me pareció muy inteligente en el cuento era como el escritor sorteaba las limitantes del lenguaje en las que vivían sus personajes. Dentro de todo me pareció una buena historia y una propuesta interesante, aunque no me voló demasiado la cabeza.

Hao Jingfang

Cuando haya terminado de contarte estas historias, cuando hayas terminado de escuchar estas historias, ni yo seguiré siendo yo, ni tú seguirás siento tú. Esta tarde, por espacio de un breve instante, nos hemos fundido en un solo ser. Después de esto portarás en mi interior una parte de mí, al igual que yo habré de portar parasiempre una parte de ti en el mío [...].

Ella es mi segunda nueva autora favorita de la vida. Las dos historias suyas en la antología me parecieron de una calidad infinita en cuanto a narrativa y las disfruté muchísimo. La autora es conocida por tener un Hugo (a historia corta, me parece); de hecho, es por una de estas historias publicada en esta antología. A ella sí la han traducido un poco más por lo que me consta. Pero vamos a lo que vamos.

Planetas invisibles es el primer cuento de Hao Jingfang y también el que le da el nombre al libro completo. El cuento es una sencilla plática entre dos personajes que hablan de distintos planetas y civilizaciones existences. Me gusta la idea de hablar de los planetas como hablar de historias, narrarlos en voz alta para conocerlos. Es mi cuento favorito de ella porque me recordó de repente a Las mil y una noches (aunque podrá parecer que no tiene nada que ver, pero a veces mi cerebro hace esas conexiones maravillosas). Además habla como después de una o muchas historias no somos los mismos y nos quedamos un tantito con la esencia de quien nos las está contando. 

Sunset Alien Planet de Jeanne 24.
Sunset Alien Planet por Jeanne 24

Entre los pliegues de Pekín es un cuento perfecto para aquellos que disfrutan de los escenarios distópicos y que me parece muy bien de que se trata crear uno (todavía tengo pesadillas con aquellas cosas a las que los gringos del boom llamaron distopías). La ciudad se divide y cambia y somos testigos de un viaje para entregar una carta de un lado a otro. Las diferencias de clase son las que determinan en qué parte de los pliegues de Pekín naces y hasta donde puedes moverte. Aborda el problema de la movilidad entre cases (imposible, prácticamente) y nos muestra como cada una defiende, después de todo, los intereses de su clase, sea esta cual sea. Me encantó esta historia.

Tang Fei

No tengo mucho que decir de Tang Fei. Sí creo que su historia no está a la altura de las que la preceden, pero tampoco es mala. Es más bien una cuestión de de posición dentro de la antología. Chica de compañía simplemente fue un poco víctima de su lugar en la antología, pero no me pareció un mal cuento. No me disgusta la idea que trata en ella (recuerda muy evidentemente a Sherezade cuando habla de una chica que vende historias) ni como juega con la idea de la prostitución al engañar a su lector alimentándolo con ciertos estereotipos que uno espera de estas narrativas para al final darle la vuelta, reconocer el engaño obvio y mostrar la realidad del cuento (de verdad que juega mucho con las expectativas que un montón de escritores señoros que les gusta escribir de "chicas que compañía" nos han alimentado durante décadas en sus historias y eso me parece maravilloso).

Cheng Jingbo

Sonrió y me besó con ternura en la frente. Nadie fue testigo de esta despedida, y por ello, en las historias que habrían de contarse después, la reina murió tras ingerir por error una seta venenosa en la Ciudad Liviana. Pero yo vi con mis propios ojos cómo mi madre se encaramaba al hombro de aquel robot gigantesco, se colaba por una de sus orejas y desaparecía.

Y esta es mi tercera autora favorita del momento. Sólo hay una historia suya en la antología, pero creo que me ayudó a crear una imagen bastante interesante de su narrativa y de su estilo (ojalá poder volver a leerla pronto, me encataría encontrar otras visiones suyas en la literatura). Además, este es el cuento al que, en las reseñas, se le "acusa" de ser más "fantasía que ciencia ficción" como si eso fuera algo malo. Me parece que quienes lo hacen no entienden a hibridación a la que está apostando Cheng Jingbo o consideran que dentro de la literatura de género o imaginativa hay unos géneros que son mejores que otros. Sea cual sea el razonamiento usado, me parece que el tono de queja con el que leí que se expresaban sobre las influencias de la fantasía en la historia de Cheng Jingbo sólo servía para rodar los ojos. Pasemos, pues, a la historia. 

Planet, Daniele Cuncu
Planet, Daniele Cuncu

La tumba de las luciérnagas es un cuento de hadas en un viaje interplanetario. No tengo otra manera de describirlo. Creo que le gustará a todo aquel que le gusten ese tipo de historias. La narración de Cheng Jingbo es muy cuidada. Siempre me pregunto qué se pierde al traducir, pero por el cuidado que también se nota que pusieron los traductores, me imagino que es una de esas escritoras increíblemente preocupadas por el lenguaje en las historias. Me atrevo a decir sin pena (y créanme que fue muy difícil escoger entre tan buenos cuentos que hay) que este es mi cuento favorito. Haberlo elegido, por supuesto, responde a mis intereses y a lo que busco en los cuentos, pero lo recomiendo muchísimo.

Liu Cixin  

—[...] Nuestra civilización es muy antigua, sí. Pero nosotros no tenemos la culpa. Da igual cuánto se esfuerce uno, todas las culturas deben envejecer algún día. Todos nos hacemos mayores, incluso vosotros.

Seguramente este nombre les suene. Liu Cixin escribió El problema de los tres cuerpos y es bastante conocido también fuera de China. Para mí, sin embargo, era un autor completamente nuevo que no conocía más que de nombre. Nunca lo he leído, no lo conocía. Conocerlo en esta antología me pareció bastante adecuado para mí, además. Los cuentos me gustan y podía ver dos historias suyas diferentes en tono y en temas para hacerme una idea más o menos amplia de su obra. 

Liu Cixin
Liu Cixin

El círculo es una historia donde, por medio de una formación de soldados, Liu Cixin explica a la perfección cómo se hacen cálculos tan enormes que no pueden ser procesados con facilidad. Explica el funcionamiento de las compuertas de los circuitos y brevemente podría considerarse que monta un sistema digital, pero en modo analógico. La historia es buena, yo tuve pesadillas con la única materia que reprobé espectacularmente en mi vida (Microcontroladores; siempre tuve problemas para electrónica y más si era digital, donde la única excepción fue Arquitectura de computadoras, que sí me gustaba), pero la historia es buena. No es mi favorita por motivos muy personales, pero para aquellos interesados en las matemáticas, Liu Cixin explica conceptos medio complicados de una manera muy literaria al tiempo que enhebra la historia de una traición. Es una combinación extraña, pero muy buena. 

Finalmente, la última historia de la antología es Cuidando de Dios, una historia donde aparecen un montón de ancianos en la tierra y, diciendo que son Dios, demandan que sus hijos los cuiden. Cuando la historia se va desarrollando, nos hace cuestionarnos qué ideas tenemos sobre una divinidad (el cuento no da ninguna respuesta, pero creo que se puede dialogar con él en ese sentido) y qué ideas tenemos sobre lo que significa cuidar de otro. Tengo sentimietos encontrados cuando se habla de las cosas bonitas del cuidado. Es cierto que sí: es lo que ha hecho humanidad a la humanidad y lo que ha conseguido que la civilización siga. Todos hemos cuidado de otros o, al menos, deberíamos haberlo hecho (no hay que olvidar que es algo feminizado y visto como algo indigno) y, quizá, en algún momento, también cuidamos a otros porque esperamos que, cuando llegue el momento, alguien cuide de nosotros. De los dos cuentos de Liu Cixin, es este mi favorito sin lugar a dudas (mi interés en el tema de los cuidados al otro se impuso aquí, por supuesto).

Viaje interplanetario (conclusiones)

El libro cierra con tres ensayos. Liu Cixin, en el suyo, menciona lo que los lectores hicieron por su obra, El problema de los tres cuerpos, en internet y como dialogaron con ella en las comunidades que crearon (sobre todo en weibo, red social china). Se abordan cosas que atañen al genero y a cómo escribir ciencia ficción desde china en los otros dos, de Chen Qiufan y Xia Jia. Me parece que aportan una visión muy interesante sobre el libro (no se escribe fantasía, terror o ciencia ficción sólo en la ficción, sino que también se ensaya sobre el tema) y le agregan profundidad al libro en sí. No quiero detenerme ya mucho en ellos porque creo que dije lo que quería decir dándome el tiempo de hablar de cada cuento en particular. Me interesaba, con la reseña, presentar mi lectura de estos, que es muy íntima y personal. Sólo puedo cerrar recomendándoles el libro. 

Si lo buscan, lo tiene Alianza Editorial en español, aunque no sé que tal esté su disponibilidad en diferentes países de habla hispana, tendrán que investigarlo ustedes. Si tienen un poco de interés por la ciencia ficción, creo que esta es una lectura muy interesante.

viernes, 16 de abril de 2021

Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio, Andrea Chapela | Reseña

Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio

Sinopsis: En los futuros donde suceden estos diez relatos, una colección de dispositivos como pings, ansibles, lentillas, perfiladores o telones sensoriales –algunos de ellos instalados dentro del cuerpo humano– permiten a las personas conectar sus mentes en una nube digital, compartir sus pensamientos y memorias, ponerles filtros a sus percepciones o calcular el éxito de un romance, mientras comen tacos de canasta o navegan sobre las calles de una Ciudad de México totalmente cubierta por el agua. Con una inteligencia arrasadora, Andrea Chapela enfrenta a las protagonistas a realidades donde el conocimiento científico, la tecnología de punta y la vida cotidiana interactúan de forma cada vez más intrincada e inevitable, de modo que incluso en la intimidad de la mente ya no reina la voz de la propia conciencia. La tecnología deja de ser un fetiche técnico para mostrar su capacidad de moldear los afectos y los vínculos humanos. ¿Cómo transformarán estas máquinas de ingenio las experiencias del amor, la amistad, la culpa, el envejecimiento o la muerte? Nada nos dice tanto del presente como el ejercicio de especular sobre el futuro, sobre todo cuando este parece habernos alcanzado. Si desde la ciencia ficción suelen florecer las escrituras más innovadoras, con esta colección de cuentos Andrea Chapela se revela como una extraordinaria cultora del género. 

Yo no tenía pensado como tal escribir una reseña de este libro. Me gustó mucho (lo leí para el Guadalupe Reinas en diciembre pasado), pero no sabía exactamente cómo o sobre qué temas enfocar una reseña. Tenía algunos puntos críticos de los que quería hablar, pero eso no me parecía cómo tal suficiente como para enfocar toda una larga entrada en la que hablara de los relatos. Y entonces empecé a leer las reseñas. Ale, mi amiga, escribió en goodreads que a veces se tiende a pensar en la ciencia ficicón como la complicada relación del ser humano y la tecnología (es cierto que, quizá, cuando nos bombardean con obras mainstream que poco se preocupan del lenguaje y usan a la tecnología como un decorado más para esconder los hilos que faltan en la narración, esta concepción es la más normal). Toda la ficción no mimética o imaginativa, como lo es la ciencia ficción, la fantasía, el terror y todas las varientes que se les ocurran hablan también de cosas humanas que nos atañen. Hoy me enfocaré (cosa rara para mí) en la ciencia ficción un poco.

Old man yells at cloud, meme

Muchas de las reseñas señalaban sorpresa al encontrarse con lo que llamaban una ciencia ficción "diferente", "inusual" porque sí hablaba de lo humano. En algunos casos era sorpresa sincera, porque se trataba de lectores que no acostumbraban acercarse a la ciencia ficción y se adentran en ella. En otros es grosera ignorancia: decir que la ciencia ficción trata de temas que nos atañen porque son también humanos es como decir que el pasto es verde y el agua moja. No, no voy a cambiar de opinión. 2020, los normies descubren la ciencia ficción. Me resulta increíble que sea 2020 año de Dios Nuestro Señor en quien no creo y apenas estemos con estas obviedades... pero bueno, quizá no debería sorprenderme tanto, considerando el desprecio desde el realismo, lo "serio" y lo académico a la ciencia ficción. Cada que veía una reseña que decía "es más que sólo ciencia ficción" (el desprecio no falta) o alguna cosa parecida quería arrancarme los ojos. 

Sólo por eso me senté a escribir seriamente esta. Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio, reseña; subtítulo: Nea reacciona a las barbaridades dichas por otros sobre la ciencia ficción. Pásele a lo barrido, nos vamos a entretener un muy buen rato hablando de cosas que pienso sobre la ciencia ficción escrita en México (o en un espacio más amplio, América Latina), las maneras en que nos imaginamos el futuro y cómo hablar de las relaciones humanas puede ser algo muy interesante.

Andrea Chapela
Andrea Chapela

Primero, un poco de contexto: conozco a Andrea Chapela desde hace tiempo. Había una red en español para fans de Harry Potter (que ahora está dando sus últimos coletazos de vida en muchas de sus plataformas, por el cansancio de los fans, el resentimiento colectivo hacia la autora que se ha cultivado desde hace años) y recuerdo que el nombre de Andrea Chapela llegó a ser el de una pequeña celebridad. Yo sé que escribía fanfiction de Harry Potter (qué, ni idea, nunca me di a la tarea de averigüar, si es que queda un rastro) y que había publicado algo a lo que muchos, en ese entonces, aspirábamos: ¡un libro!, ¡una novela de fantasía llamada La heredera! Hoy yo, por ejemplo, ya no estoy segura de querer entrar al mundo editorial sin tomar mis precauciones antes de tiempo, pero en ese entonces Andrea Chapela era algo que todos queríamos ser. Y luego le perdí la pista hasta que muchos años después el destino me puso sus cuentos enfrente y luego salió el libro y muchas personas conocidas a mí estaban hablando de él. Las lecturas siempre tienen formas curiosas de encontrarnos.

Hablando ya exclusivamente del libro y sus lecturas, tengo varios temas qué tratar

La Ciudad de México como escenario

Mientras leía comentarios muy variados sobre el libro vi que muchos se habían sentido identificados con el hecho de que los cuentos en la Ciudad de México. Comentarios que decían haberlo sentido más cercano, por ejemplo. Para mí hubiera dado lo mismo que me lo hubiera contado en Tokio o en Dehli, salvo que quizá me hubiera tardado un poco más en cachar los lugares (bueno, en Dehli no, Dehli me dediqué a recorrerla un mes de mi vida). Cosas de ser de la periferia. Me resuena más el norte/norte de la ciudad, la zona de Zacatenco que el centro y el sur, donde siempre soy una extraña. Las veces que he escrito ciencia ficción lo he ambientado casi todo (con excepciones) en Tlalnepantla, por ejemplo. Pero sí creo que, cuando estamos acostumbrados a sólo conocer lo que viene del norte, del primer mundo o de las europas, ver ciencia ficción creada en México con este escenario abre un poco la perspectiva de que de este lado también se pueden escribir estos géneros

(Nota aparte alguien comentaba que no entendía por qué la Ciudad de México si de todos modos no todos se iban a sentir identificados y creo que aquí firmemente no es de a huevo sentirse identificado, sino entender un poco lo que hizo que Andrea Chapela, que ha pasado muchos años en esta ciudad, la eligiera como escenario de muchos de sus cuentos).

Madero, Ciudad de México
Madero, Centro de la CDMX

Hay cuentos que la utilizan como escenario mejor que otros. Por ejemplo, 90% real me frustró porque sentí que la ciudad quedaba, al final, de adorno. Me pareció interesante el planteamiento: una mujer tiene una falla con el filtro que le permite ver la "realidad" y se toma el día libre para explorar la ciudad y, de paso, su ruptura. (Nota que cada que veo un comentario de "ay, sólo es un cuento de una ruptura, ni es ciéntifico" quiero lanzar sillas). El problema es que creo que se quedó a medias en la manera en que exploró los sentimientos o quizá fue muy superficial. Me hubiera gustado sentir un poco más de viscelaridad en la narración como tal (no en las reacciones de la protagonista, que está bien que se lo vaya tomando todo con calma). El filtro roto de la realidad era muy buen elemento, pero sentí que no se había usado con todo su potencial. O quizá fui sólo yo. Pero me imagino todo explotado a su mayor potencial y creo que los juegos con el lenguaje que hubiera dado eso hubieran sido muy buenos.

En cambio, en Como quien oye llover me encantó el uso de la ciudad inundada (la vi descrita como una Ciudad de México Veneciana en algún comentario y me dio risa, lo admito, porque no entendí la necesidad de remitirse a Europa cuando, al menos por el lado de Tenochtitlán, los canales de agua y las chinampas no son nada nuevo para el Valle de México). El cuento aborda la relación entre dos adolescentes, sus deseos y la incertidumbre del futuro mientras pinta con una muy buena pluma los paisajes de una ciudad inundada por el cambio climático. Sin embargo, no estamos abordando el cambio climático y su tragedia, sino las consecuencias en la vida de las personas, la manera en la que se han adaptado (bien dicen que podemos adaptarnos a cualquier cosa); abordamos lo humano, las consecuencias y los fallos de la ciencia. (Nota aparte, anotaría este cuento en una lista de obras cli-fi, climate fiction).

Tenochtitlan
Canales de Tenochtitlan

Esos son solo dos ejemplos de los usos de la Ciudad de México en la historia. Aparece en muchos otros cuentos: desde menciones a lugares concretos que significan algo o elementos que hemos vivido en a ciudad (los mercados, el tráfico, la vida apabullante). Es una propuesta interesante como escenario y nos recuerda que el sur global y América Latina también es escenario de ciencia ficción. No soy muy partidaria de pedirles a los autores que escriban siempre sobre su identidad o los lugares que conocen (como una exigencia de, porque somos autores nacidos en contextos del sur global, tenemos que escribir siempre nuestras historias enmarcadas en sus escenarios), cuando el contexto en el que escribimos no se desprende ni cuando escribimos de otros planetas o de mundos inventados. Ahí está Liliana Colanzi con marte en Nuestro mundo muerto, Verónica Murguía con Broncelandia en El fuego verde, Liliana Bodoc en La saga de los confines. Puedo apreciar todas esas capas en su prosa que les da el ser mujeres latinoamericanas en distintos contextos y también apreciar que muchas veces se habla de temas que nos atañen a todos, estemos donde estemos.

Se tiende a pensar que la ciencia ficción universal es aquella que escribieron hombres blancos en otros nortes. Es un prejuicio que inunda creo que a todos los géneros del mundo. Las mujeres escriben para las mujeres solamente, el colectivo LGBT+ para el colectivo LGBT+, las personas de Latinoamerica para las personas de Latinoamérica. Es un prejuicio medio estúpido, pero está super arraigado, incluso hasta donde no nos damos cuenta. No nos imaginamos que la gente de las europas lea el cuento de Chapela titulado La persona que busca no está disponible, aunque el tema de los ancianos que desean una muerte digna no es algo exclusivo de México y de su sistema de salud (al que más o menos retrata), sino que es universal y podría comprenderlo cualquier persona en cualquier parte del mundo. Sí, la ciencia ficción de Andrea Chapela podrá ser latinoamericana, mexicana, chilanga, pero también es universal

Que la ciencia ficción sea más científica

Muchas veces tendemos a dividir los géneros imaginativos, en un intento de entenderlos en mucha categorías taxonómicas. Sirve para entender quizá algunas diferencias o distintas aproximaciones, sí, pero hay quien se clava demasiado en ellas. Baja fantasía vs alta fantasía. Ciencia ficción dura vs ciencia ficción suave. Y entre toda la taxonomía: los prejuicios. "La alta fantasía es la buena", "sólo la ciencia ficción dura es seria". Muchos quieren un cuento lleno de datos científicos, más que de sentimientos humanos. Y miren, que cada quien pida lo que quiera, pero hay que entender que estamo leyendo literatura y no un manual de uso o un informe científico. Por más datos duros que nos dé un texto, debe haber algo que nos haga sentir, una conexión con quienes somos, una patita con la realidad a través de nuestros sentimientos y nuestras pasiones. 

Andrea Chapela

Incluso Asimov lo hace, por favor

Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio lleva en su título varios aparatos creados por el género que sirven para la comunicación entre distintas criaturas. La palabra ansible fue acuñada por Ursula K. LeGuin en  El mundo de Rocannon, por ejemplo. Todos los cuentos, de alguna manera, lidian con la comunicación entre las personas. Todos. Con comunicar sentimientos, con asirse a alguien en medio de un mundo solitario y desolado, con buscar conexiones, con crear escenarios de relaciones hipotéticas (por ejemplo Calculando, Recalcuando, donde la protagonista hace uso de un algoritmo basado en IA para decidir si quiere o no continuar con una cita).

Ursula K. LeGuin
Ursula K. LeGuin

Para mí uno de los grandes valores del libro es explorar esa comunicación y como la tecnología que propone Andrea Chapela lo limita o lo ayuda. Conectarse desde planetas lejanos, desde otros lados del mundo, compartir cada momento de tu vida, cambiar tus memorias, insertar sentimientos que antes no estaban (como ocurre en Ahora lo sientes, un cuento que no me gusta especialmente, pero cuyo planteamiento es muy interesante). Se me hizo muy curioso revisar comentarios del libro y encontrar a quien deseaba que fuera más ciéntifico, más serio, mencionando "la seriedad debida", diciendo que un cuento era "solo una historia de una ruptura", "solo un romance entre dos adolescentes. ¿Es que, acaso, para que la ciencia ficción sea válida, tiene que hablar de datos duros científicos y no sobre relaciones, despechos y sentimientos? ¿Cómo es eso o qué? (si intentan adivinar el género de a quién le leí eso, no se van a sorprender). 

Se olvida que por más científica o menos científica que sea (cuál es la escala, por dios, quién hace el cientificómetro), la ciencia ficción es humana.

A través del ansible (conclusiones)

Finalmente, quiero decir que sí les recomiendo el libro. No todos los cuentos fueron de mi total agrado, es cierto, pero también reconozco que la mayoría de ellos tienen propuestas interesantes que a ustedes les pueden gustar más que a mí (o menos, pero ese es el arriesgue). Léanlo y no olviden nunca que la ciencia ficción es humana también y es literatura. Especular el futuro es un ejercicio muy interesante (hace mucho que no escribo del género porque prefiero la fantasía personalmente para escribir, pero de todos modos). 

Espero seguir leyendo a Andrea Chapela en el futuro. Me dejó con ganas de seguir explorando sus cuentos, definitivamente. Creo que se lo estamparé en la cara a quien me diga que en México no se hace buena ciencia ficción. Propuestas hay; creer a estas alturas que los géneros imaginativos sólo surgen en otros lugares y no en el país es necio. ¿Son géneros que necesitan apoyo? Sí, son constantemente despreaciados. Pero al menos la ciencia ficción empieza a hacerse un lugar.

Este libro está editado por Almadía. Yo lo leí en bookmate en su edición digital (nota aparte, esa edición digital es muy cara en Amazon, ¿vuela o qué chingados?, ¿se lee sola? Pregunta seria). El libro también está disponible en scribd y si quieren 60 días gratis para leerlo denle a este link.

sábado, 30 de enero de 2021

Folklore Booktag

Probablemente, para escucharse con Folklore de fondo. Fíjense que yo tengo una historia curiosa con Taylor Swift. Como famosa, me da exactamente igual. Pero eso no es raro, porque puedo contar con los dedos de una mano los famosos que no me dan igual (Gerard Way y Gerard Way y miren, uy, es Gerard Way de nuevo). No soy super fan de ella tampoco, pero sí me gustaban algunas de sus canciones o, por lo menos, las encontraba pegajosas. Sin embargo cuando salió folklore me harté de verlo por todos ladosy lo escuché. Me gustó bastante sin ser fan de Taylor y pues aquí, estoy, haciendo un booktag del disco. La verdad, es sólo una excusa para hablar de libros y descansar un poco de las reseñas, porque esas llevan más tiempo y tengo que pensar mucho más cómo quiero enfocarlas.

Así que sin más que decir, nos vamos con las consignas. Si hay reseña de los libros elegidos también la linkearé aquí. Y como nota, el booktag lo jalé desde el blog de Ati, Conejo Literario.

the 1: libro con un final que te dejó sin palabras

Creo que aquí vale la pena mencionar El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy. El final me dejó sin palabras, no tenía ni la más remota idea de como la escritora se las iba a arreglar para cerrar la trama tan complicada que había armado y cómo todos los personajes iban a llegar al mismo punto o sobre todo si es que llegaría a alguna conclusión sobre todo lo que había escrito del conflicto en Kashmir. No me decepcionó y todavía hoy pienso muchas cosas de la novela.

cardigan: libro que te hace sentir feliz y triste al mismo tiempo

Este es La historia interminable de Michael Ende. ¿Por qué me hace sentir feliz y triste al mismo tiempo? ¿Han leído el capítulo de la ciudad de los antiguos emperadores? ¿Todo lo que sigue a eso? Leer este libro me hace infinitamente feliz, pero también muy triste. ¿Han leído la parte del caballo de Atreyu? Sí, a eso me refiero. Ahora me estoy preparando para releerlo de nuevo porque quiero volver a viajar por Fantasia.

the last great american dinasty: libro con una historia familia fascinante

Me encantan los libros familiares, sobre todo mientras son más fascinantes, mejor. Mi elegido es precisamente Volver a casa de Yaa Gyasi, que explora la vida de una familia que se divide en dos y cuyas generaciones van construyendo una historia impresionante. Es la historia de dos hermanas separadas: una de ella es vendida como escava y la otra se convierte en la esposa africana de un colonizador inglés. Fue de mis libros favoritos y es uno de los pocos que conozco de literatura africana contemporánea que se puede conseguir fácilmente y es accesible. Muy recomendado. Ya pasaron años de que lo leí, pero lo sigo recomendando.

exile: libro que hubieras preferido no leer

Aquí voy a poner Enigma asiático de Carolin Phillips. Hay muchos libros que me hacen enojar o me caen mal, pero pocos que me hayan puesto del humor que me puso este. Hay pocas cosas que no soporto y definitivamente una de ellas es a los salvadores blancos que consideran que cualquier cultura que difiera de la occidental está mal (en cualquier sentido) y que sólo saben ver los conflictos bajo un sólo matiz. Un libro sobre la ley del hijo único en china y el desprecio a las hijas acabó siendo... bueno... no digo medio racista: bastante racista. Desagradable, la verdad.

my tears richochet: libro que te hizo llorar inconsolablemente 

Hay muchos, pero creo que El cuentacuentos de Antonia Michaelis es uno de los que más me han hecho chillar en mi vida. Presenta muy bien los matices entre buenos y malos y como la realidad los desdibuja. Nos recuerda que hay gente que no quiere salvación y que hay víctimas que se convirtien en victimarios, que hay personas que hacen cosas abominables y buenas obras. Al mismo tiempo. Es un libro que quiero mucho. Antonia Michaelis es una de las escritoras alemanas que más me gustan dentro de las historias contemporáneas juveniles, por lo bien que maneja los miedos y ese thriller psicológico que sabe escribir. También, en parte, por las historias que el cuentacuentos narró en este libro: son un viaje. Me recordó (y eso lo pensé recientemente) que podemos acercarnos a la realidad a través de la fantasía. Lloré mucho. Y tengo a Leonard Cohen de fondo mientras escribo esto.

mirrorball: libro que te hizo sentir que fue escrito para ti 

Aquí voy a poner El aliento del cielo de Carson McCullers porque muchos cuentos de ella parecen escritos específicamente para mí. Es mi cuentista favorita y como ella no hay otra, se los prometo. Frankie y la boda, contenido en este libro, definitivamente fue escribo para mí. Wunderkind también me llega mucho. Definitivamente estos libros que leo y releo, enteros o por pedazos, porque tienen mucho valor para mi corazoncito.

seven: libro de tu infancia que te hace sentir nostálgica

Sí, miren, es Harry Potter. Cualquiera de los siete. Cosas de ser una niña rara, callada y tímida en un lugar donde no había muchos otros niños raros. Fueron los primeros libros más largos y sin ilustraciones que tengo consciencia de haber hecho un esfuerzo para leer yo sola (al menos el segundo y el tercero). Por siempre y para siempre son parte de mi historia lectora. Ahora los leo y me da la nostalgia. ¿Cómo será otra vez leernos por primera vez? ¿Me gustarán igual? Son libros que, bien que mal, saben manejar el misterio y tienen fuertes referencias fantásticas. No les voy a decir que son los mejores, pero sí los que más nostalgia me dan.

august: libro que te transporta al verano mientras lo leías

Creo que aquí definitivamente pondré a Algunas primeras veces de Ana Romero. Es una novela juvenil romántica muy agradable que me gustó mucho por como se enfocaba en la adolescencia y el tipo de romance que presentaba. Me transporta a un día tranquilo, caluroso, quizá de vacaciones en un pueblo. En resumen, un día agradable y un momento agradable.

this is me trying: libro que te ayudó con la soledad y la tristeza

Creo que ahora que pasó el 2020 puedo hablar muy bien como los tomos de Inuyasha de Rumiko Takahashi me acompañaron durante meses. Soy una persona extremadamente privada y cuidadosa de mi vida en la red (you know nothing about me), así que eso es lo único que tiene que saber. Los personajes de este manga me acompañaron muchos meses del año pasado a media pandemia y eso es todo lo relevante del asunto. Es un buen grupo de amigos del cual hacerse cuando te sientes solito.

illicit affaris: libro que te provocó resaca literaria

Creo que solo libros que no me gustan mucho me provocan resacas literarias insoportables. Creo que uno de los casos donde eso sucedió fue cuando leí Canciones para Paula de Blue Jeans. Literariamente es un libro malo. Y a modo de entretenimiento, me pareció pésimo (también tiene que ver con que yo creo que no es entrentenido leer casi ninguna clase de fast-food publicada en masa y que incluso libros pensados para el entretenimiento tendrían que tener algún valor literario para que yo me entretenga un poco más o tener una narrativa absorbente, interesante, que me llene). El caso es que leí ese libro del demonio y tuve una resaca que me duró meses. No lo hagan, maigos.

mad woman: libro con protagonista femenina capaz de vencer las adversidades

Estoy intentando poner libros que no han sido muy mentados en mi blog en los últimos meses, para que recuerden todas mis recomendaciones, que a estas alturas son muchísimas, pero aquí elegiré algo del año pasado porque me fascinó su personaja principal y me refiero a El fuego verde de Verónica Murguía. Su protagonista es Luned, la cuentera y estoy convencida de que una mujer como ella puede superar todas las adversidades. Me gustó muchísimo, se los recomiendo mucho y además demuestra la buena calidad de la literatura infantil y juvenil en México.

epiphany: libro cuyo final sigues procesando después de muchos meses

Pues muchos meses no han pasado pero pongamos aquí a Olvidado Rey Gudú de Ana María Matute. Es que no encuentro otro en el que siga pensando después de tantos meses ahora mismo. Que haber, de seguro hay, pero este lo acabo de reseñar y le acabo de dar vueltas y vueltas, así que es lógico que desde los primeros días de diciembre a ahora no haya parado de pensar en él. Creo que se convertirá en uno de mis favoritos de la vida. Si leyeron la reseña, ya saben por donde va la cosa, si no léanla porque es un libro que realmente recomiendo.

betty: libro con un personaje que amas

¡Hay muchos personajes que amo! Pero elegiré hablar de El velo de Helena de María García Esperón, un recuento de la Iliada desde los ojos de Helena de Troya. No saben lo mucho que me gusta Helena, la mujer más bella del mundo. Me apasiona todo sobre ella. Toda su historia, como princesa de Troya y como Reina de Esparta. Me llaman mucho la atención estos personajes femeninos a los que se les atribuyen guerras enteras. Muy interesante. Es uno de mis libros favoritos de LIJ, así que los invito a checarlo.

hoax: libro que pensaste que ibas a amar pero no sucedió 


Me pasó con El desapego es una manera de querernos de Selva Almada. Antes ya había leído Chicas muertas y me había gustado su forma de escribir y creí que ese otro libro me iba a gustar también porque además lo había comprado con toda la ilusión del mundo. Y no pasó. Sólo el primer cuento me gustó un poco y los demás se me hicieron acartonados, de realismo color caca (y algunos de esos secuestrados por la violencia no más) y pues no pasó. No lo amamos. Nos decepcionó. No fue lo peor, pero de verdad creí que sería otra cosa. 

No etiquetaré más que a Anita de Mi libreta azul que quien sabe si me haga caso, pero es de las mayores fans de Taylor Swift que conozco.

martes, 8 de septiembre de 2020

Especial de mujeres cuentistas | Reseñas

Revisando el otro día libros que había leído y que me habían gustado pero de los que nunca había hablado aquí porque me habían faltado las ganas o el tiempo, me encontré con tres millones de libros. Bueno, esa es una exageración, pero se entiende el asunto. Mi ritmo de lectura es un ritmo muy frenético para el blog, sobre todo considerando que escribir para él no es lo único que hago y que últimamente me lo he estado tomando mucho más en paz que en otros tiempos. En algún momento de mi vida estudiantil era capaz de sentarme un día a la semana, escribir tres entradas y seguir con mi vida. Y así todas las semanas. Me quedaba tiempo para leer, escribir, tener una no tan buena vida social (estudiaba por la tarde, salía a las seis los viernes como muy temprano y todavía iba de una de la tarde a siete los sábados al francés), así que no estaba mal. No me quejo: ese ritmo frenético hizo del archivo del blog algo enorme y ese archivo le permitió tener el tráfico que tiene hoy en día. 

Pero muchos libros se quedaron en el tintero aún así y ni con las 700 entradas que se cumplen con esta voy a terminar de hablar de ellos. ¡Pero no se preocupen! Tengo varios proyectos y especiales planeados justo para ir solucionando esto. Lo de hoy son las mujeres cuentistas. Supongo que ya saben que una de mis escritoras favoritas (dentro del realismo, por cierto) es Carson McCullers. Si me preguntan por ella les voy a decir que es la cuentista norteamericana por excelencia. La reseña de El aliento del cielo es una de las más viejas del blog que no me dan pena. Desde entonces otro montón de cuentistas (de géneros diversos) ha pasado por mis manos, así que hoy vamos a hablar de unas pocas de ellas.

Mi vida querida, Alice Munro

Sinopsis: ¿Bastan un beso robado, un salto desde un tren en marcha, la sombra de una mujer que me rodea alrededor de una casa, una borrachera de media tarde o las preguntas arriesgadas de una niña para conformar un mundo que se baste a sí mismo y cuente la vida entera? Si quien escribe es Alice Munro un simple adjetivo sirve para cruzar las fronteras de la anécdota y colocarnos en el lugar donde nacen los sentimientos y las emociones.La gran autora canadiense nos sorprende de nuevo con Mi vida querida , una colección de cuentos donde vemos a hombres y mujeres obligados a traficar con la vida sin más recursos que su humanidad. Comienzos, finales, virajes del destino... y de repente, cuando creíamos queel relato llegaría a su obvia conclusión, Munro nos invita a dar otra vuelta de tuerca que cambia el fluir de los acontecimientos y emociona al lector, mostrando hasta qué punto esa vida cotidiana que tanto nos cansa puede llegar a ser extraordinaria. 

Lo que se me quedó después de tantos años de haber leído a Alice Munro, haber dicho "a ver cuándo leo otro libro de ella" y jamás en la vida haber cumplido (es muy difícil cuando en el mundo quieres leerlo todo) es su extrema sensibilidad al hablar de la vida de las mujeres. Siempre tiendo a orbitar en torno a las autoras (especialmente en la ficción) por que narran desde su mitad del mundo y del cielo y no hay mujer igual a otra. Para mí leer de mujeres escritas por otras mujeres no va tanto de buscar identificación sino de conocerlas (aunque lógicamente siempre encontraré alguna con la que me identifico). El caso es que, con Alice Munro, que leí justo después de emborracharme de Carson McCullers me encontré todas mis cosas favoritas de las (énfasis en las) cuentistas de Estados Unidos y Canadá (si a veces hablo de esos países sin tirarles caca, sorpresivo). 

La prosa sencilla y al grano, pero nunca estéril. La capacidad de reflejar sentimientos complicadísimos en unas cuantas frases y hacerte entender a qué se refieren, aunque sean cosas que no hayas sentido, que no te reflejen y que no vayas a sentir. Me pasa eso muy seguido eso en los cuentos de Alice Munro. Supongo que tiene sentido que le hayan dado el Nobel (aunque no es que confíe tanto en él porque me ha dado tantos disgustos como alegrías). Bueno, si les gusta leer de la vida doméstica (en general) de las mujeres, este es probablemente su libro.

Ningún lugar semejante, Nadine Gordimer

Sinopsis: Esta selección de relatos realizada por la propia autora, personalidad activa en la lucha antiapartheid, es reflejo vivo de la evolución de las actitudes sociales en África. En su escritura, a la vez fría y apasionada, destaca la precisión del gesto y de la palabra y la maestría con la que desvela las reacciones más íntimas del individuo. Para esta mujer fascinada por el relato breve, éste «...sucede, en el sentido imaginativo del término. Escribirlo es destilar... la gota vivificante —sudor, lágrima, semen, saliva— que hará arder la página». 

Lo que más recuerdo de Ningún Lugar Semejante (seguro lo leí el mismo año que a Munro, porque hubo un momento de mi vida en que tuve sincero interés por conocer a los ganadores del Nobel, nada más por saber) es su retrato del apartheid sudafricano. Me tardé mucho más en leerlo y no puedo decir que sea de mis favoritos, pero sí es una lectura que valoro bastante. Entre las cosas que retrata hay algunos cuentos de Nadine Gordimer que remiten a la esperanza y en el retrato tan cabrón de las desigualdades creo que eso es algo que nunca debe perderse.

Además que son cosas que hacen las mujeres. Muchas veces la literatura realista (y no solo esa) suele estar secuestrada por la violencia y la crudeza. Increíblemente (si lo sabe yo, que tengo todo un ensayo sobre retratar a violencia dentro de la literatura de género aka la especulativa) es posible hacer eso y aún así ser sensible y al menos eso sí recuerdo con claridad que Nadine Gordimer lo logra. Ella fue la primera autora (y creo que hasta el momento la única) autora sudafricana que leí. También de las primeras africanas. Desde que la leí he vuelto varias veces al continente porque es algo muy variado y su literatura esconde muchas cosas maravillosas.

Pelea de gallos, María Fernanda Ampuero

Sinopsis: Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye –­o destruye– a las personas, aborda los vínculos familiares y sus códigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso... Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas. 

De los que salgan en esta entrada, esta es la lectura más reciente. Y la única que hice en el 2020. Ya lo traía recomendado de una amiga y tengo un interés especial por las escritoras latinoamericanas. Si están aquí y no son nuevos, seguro ya conocen mi bias con ellas. Bueno voy a retomar un poquito lo que dije arriba y a retomar el punto en el que hay literatura que vive secuestrada por la violencia (en el sentido que es uno de los únicos retratos que se permiten y que son aplaudidos y que ganan premios), pero además es una violencia muy específica la que se retrata (el narco es un favorito) y es además un retrato bastante... soso. En ese sentido, las aproximaciones de las escritoras a estos temas me llaman la atención porque suelen tener algunas otras cosas y no sólo devastación, porque para eso me siento a ver las noticias mejor

Pelea de Gallos abre con un cuento llamado Subasta, que me gusta mucho y me impresiona también mucho por la voz que lo narra. Me encanta la burla de su voz cuando descubre que a los hombres machitos que iban a ver las peleas de gallos les daban asco las visceras de los animales, me gusta todo ese trasfondo que tiene ese cuento sobre supervivencia. El otro que me gusta mucho (aunque la mayoría me parecieron buenos) es Pasión y es porque me gustan las reimaginaciones de las cosas mitológicas/religiosas desde otros ojos y otras perspectivas (las de las mujeres), especialmente si además de todo ofenden al status quo. Pasión, si adivinan, sigue a María Magdalena. 

Pero bueno, les recomiendo leer a María Fernanda Ampuero, ecuatoriana. Sus cuentos sin duda me dejaron con los pelos de punta, pero también me encantaron.

Estío y otros cuentos, Inés Arredondo

Sinopsis: Antología de cuentos de la escritora sinaloense Inés Arredondo, verdadera escritora de culto y una de las autoras más interesantes de la llamada “Generación de medio siglo”, a la que también pertenecen figuras como Juan García Ponce y Salvador Elizondo. La antología recoge los mejores cuentos de las tres colecciones de relatos que la autora publicó en vida. La curaduría y prólogo corren a cargo del también sinaloense Geney Beltrán Félix, uno de los jóvenes críticos mexicanos más importantes de los últimos años. 

Este lo leí por una recomendación de Ale (canal Sputnik en youtube) hace muchos años. En ese entonces todavía existía una biblioteca digital a la que podías pedirle libros y esas cosas (no como ahora, que ya no). Yo recordé su existencia porque hace poco lo encontré en bookmate y recordé haberlo leído. Cuando lo hice, en un préstamo de biblioteca, me quedé fascinada con la prosa de Inés Arredondo. Escribir cuento es algo que me parece super díficil (en cualquier género) y que no cualquiera logra con facilidad, pero los cuentos de Inés Arredondo me atraparon en un momento.

Ella es una escritora sinaloense (siempre he querido hacer un mapa de qué estados de México ya he leído, algún día será ese día, pero no hoy). Se las recomiendo mucho. Me interesa mucho rescatar a las autoras mexicanas que no son tan recordadas e Inés Arredondo es una de esas que me interesaría ver más mencionada en todos lados con sus cuentos, así que aprovecho para recomendarla por aquí. Sus cuentos abordan mucho a las mujeres, a sus pasiones, a lo doméstico (eso que nos puede parecer tan mundano pero es un universo entero que se transforma bien cañón con el poder de la literatura). Recomendada, por supuesto.

La culpa es de los tlaxcaltecas, Elena Garro

Sinopsis: Los relatos de La culpa es de los tlaxcaltecas, son historias al mismo tiempo inquietantes, aterradoras y bellas en las que la existencia y la inocencia de sus personajes se llenan de grietas por donde se cuela, cegadora, una luz que profana y desvanece la realidad, la verdad fatua de la humanidad. Son seres que se sumergen en un sueño para no regresar nunca a la vigilia. Elena Garro demuestra con esta obra que la lucidez poética es un antídoto contra los dogmas de la razón, que la locura no es otra cosa sino exacerbada conciencia. Su prosa la ubica como escritora única en la escena de la literatura mexicana del siglo XX, como una presencia a veces incomoda que desde su mirada escéptica y transgresora se acerca a una reflexión sobre la vida, donde se percibe, mas que comprensión, sensibilidad metafísica. 

La culpa es de los tlaxclatecas lo leí antes de tener Kindle y fue uno de los primeros libros que conseguí digitales (porque además, que yo sepa o tenga conocimiento, cuando yo lo leí estaba descatalogado y la piratería o las librerías de viejo eran la única oportunidad de leer este libro, a saber el panorama de ahora). Elena Garro me cautivó. O sea, cómo chingados no, usando como usa el lenguaje. Elena Garro atrapa mucho y después de leer este libro juré que un día leería Los recuerdos del porvenir (algún día significa que iba a dejar que su día llegara y recién llegó este 2020).

El cuento que le da título al libro, por cierto, es mi favorito. Por sí les carcome la duda y querían saber. No hay duda de que Elena Garro es una de las mejores exponentes de la literatura mexicana en el mundo (y siempre me pregunto qué pudo haber sido si no hubiera tenido a Paz detrás) y se la recomiendo a quien se deje. Especialmente si hablamos de literatura del país (y si sale en el tema el realismo mágico, tengan por seguro que no me voy a callar). Lean a Elena Garro. No la reeditan y es una de las mejores escrituras del mundo (así que no se crean esa tontería de que a los buenos escritores siempre los reeditan). Léanla para que se siga platicando en torno a su obra y siga teniendo otras lectores.

No sweetness here and other stories, Ama Ata Aidoo

Sinopsis: In this short story collection, the award-winning poet and author of Changes and Our Sister Killjoy explores postcolonial life in Ghana with her characteristic honesty, humor, and insight. A house servant wonders what independence means in a country where indoor plumbing is still reserved for bosses. A brother tracks down his runaway sister only to find she has become a prostitute. In the title story, a bitter divorce turns tragic when the couple's only child dies of a snake bite.
(Si alguien necesita la traducción, que me lo comente aquí abajo para ponerla).

Bueno, esta es la lectura de esta entrada que no está traducida. Común. Tengo la gran ventaja de leer en inglés también y entonces conozco autoras que por unas o por otras no están traducidas al español y que publicaron en inglés porque ese es uno de los idiomas que hablan (esto del Imperio Británico en el mundo se nota) o porque están traducidas a ese idioma (cosa rara porque en inglés no se traduce demasiado).  Ama Ata Aidoo escribe historias ambientadas en la Ghana poscolonial desde diversos ejes, como ya lo menciona la sinopsis.

Este es un libro que además leí con muchas pausas. Se presta para ello. (Leer no siempre tiene que ser una carrera y por más que yo necesite tener un libro en las manos, hay libros que se van más rápido que otros). Puedes ir con los cuentos uno a uno para disfrutarlos bien. Son todos muy diferentes pero el hilo conductor de la antología es claro (no hay nada que me vuelva más loca que ver una antología con un concepto y no entender dónde está el concepto).

Si quieren leer a alguna autora africana y leen en inglés, no duden echarle el ojo a Ama Ata Aidoo.

Quién no, Claudia Piñeiro

Sinopsis: Este volumen reúne todos los cuentos y textos breves escritos por la autora a lo largo de los años, donde va dando cuenta de los temas que siempre le interesan: los secretos familiares, las cosas no dichas, los silencios, las relaciones de pareja y entre padres e hijos, las dificultades de comunicación en nuestra sociedad, los miedos que se ocultan en todas las personas, y también los miedos que afloran sorpresivamente y nos llevan a situaciones impensadas. Textos que tocan esa zona que todos compartimos, en la cual somos siempre un poco raros para los demás.

Bueno, este es el último. ¡Juro que ya acabé! (Es que esto de tener backlog de reseñas que quieres hacer, aunque sea pequeñas, es la muerte). Claudia Piñeiro es una escritora que me cae bien (como persona, leyéndola tengo opiniones variadas). Creo que su fuerte es siempre cuando me hace reír. Todavía leo Tuya y me carcajeo muy seguido con la estupidez de prácticamente todos sus narradores (muy obvia y muy adrede). Así que, lógicamente, los cuentos que más me gustan de esta recopilación (que es la única de estas que no considero redonda) son, obviamente, los que me dan por el lado de la risa. También me gustan las situaciones raras (el de las dos maletas, que no recuerdo el título, me encanta).

La recomiendo porque me parece una autora argentina importante y creo que sus cuentos son una buena manera de conocerla. Puede que no todos sean mis favoritos, pero sí tiene cuentos que representan muy bien su escritura y si de aquí quieren pasarse a las novelas, pues mejor que mejor. Claudia Piñeiro es una recomendación si les gusta la novela negra: tiene mucho material en ese sentido.

¡Ahora sí! ¡Nos vemos en la próxima entrada! Si leen alguna de las recomendaciones hechas por aquí, pueden comentarlo y contarme qué les pareció. Igual si ya han leído alguna, etc.