Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 31 de marzo de 2016

How the García Girls Lost Their Accents, Julia Álvarez | Reseña

Sinopsis: Uprooted from their family home in the Dominican Republic, the four Garcia sisters―Carla, Sandra, Yolanda, and Sofia―arrive in New York City in 1960 to find a life far different from the genteel existence of maids, manicures, and extended family they left behind. What they have lost --and what they find-- is revealed in the fifteen interconnected stories that comprise this exquisite first novel. Just as it is a feature of the immigrant experience to always be looking back, the novel begins with thirty-nine-year-old Yolanda's return to the Island in "Antojos" ("Cravings") and moves magically backward in time to the final days before the exile that is to transform the girls' lives. Along the way we witness their headlong plunge into the American mainstream, but although the girls try to distance themselves from the Island by ironing their hair, forgetting their Spanish, and meeting boys unchaperoned, they remain forever caught between the old world and the new. With bright humor and rare insight, Julia Alvarez vividly evokes the tensions and joys of belonging to two distinct cultures in a novel that is utterly authentic and full of irrepressible spirit.

Cómo las chicas García perdieron sus acentos, traducción literal del título de la novela, empieza con el regreso de Yolanda a su isla natal, Republica Dominicada, a los treinta y nueve, después de cinco años de no pisarla. Sus tías la obligan a hablar en español, aunque parece que se le han ido olvidando las palabras y lo único que quiere es ir al campo a comer guayabas, ella sola, en un carro y sin chaperón, lo que resulta un escándalo entre su familia. De allí, empezamos a ir para atrás. Las chicas García ya no tienen sus acentos, más bien su español se ha vuelto diferente, pero el libro nos va condiciendo hacia atrás, hasta antes de que se fueran a vivir a Estados Unidos, obligadas por una situación política en la que su padre se veía amenazado y vamos desentrañando sus vidas. 

Este libro es la vida de Julia Álvarez ficcionalizada. Ella es Yolanda, Yo, Yolo, Joe en los Estados Unidos. Poeta que ha dejado de escribir para frustración de su madre y se ha convertido en maestra, aunque su madre rogaba porque ella fuera la famosa de la familia y dejara el nombre de los García de la Torre en alto. Durante todo el libro, tenemos historias de las cuatro hermanas: el matrimonio de Sofría, Fifi, que hizo enojar a su padre y con el que apenas se está reconciliando después, de, cómo no, darle a su primer nieto varón; los problemas de Sandi, Sandra, que estuvo internada en un psiquiátrico después de una decepción; de como Yolanda se siente extremadamente liberal dentro de su familia, pero frente a la libertad estadounidense sigue siendo más conservadora y finalmente de Carla y los zapatos rojos. 

Latinoamérica es increíblemente diferente entre sí. Diferentes costumbres, diferentes héroes, diferentes fechas. Republica Dominicana tiene una historia particularmente complicada. Pero en esencia, todas las familias latinoamericanas del siglo pasado se parecen un poco. Al menos en los libros. Se nota el contraste de la liberación femenina, al menos entre Yolanda y sus hermanas, que son feministas pero no pueden lograr que nadie en la isla se una a su causa, en especial sus tías mayores, porque creen que no es femenino andar rogando por sus derechos (sí, ese es un argumento normal) y sólo se preocupan por buscarles marido. La dualidad entre su identidad ―estadounidenses y dominicanas a la vez― se hace notar sobre todo en Mundín, su primo, que mientras está en Estados Unidos es parte de ellas, un compañero, pero cuando vuelve a Republica Dominicana cada verano se vuelve un macho de nuevo, intentando encajar. 

A pesar de que el libro va hacia atrás, narrando desde el presente donde Yolanda vuelve a la isla hacia el pasado, cuando se acustumbraban a vivir en los Estados Unidos o aun estaban en Republica Dominicana, no es difícil de seguir. La narración es muy simple y eso ayuda, además de que a pesar de que ya sabemos cómo termina la historia de las chicas García (sin sus acentos), lo de antes es nuevo y es una narración que se spoilea poco a sí misma. Como cualquier libro latino de un descendiente de latinos o inmigrante, está plagado de expresiones en español en todas partes y de modismos en los dos idiomas que lo hacen sentir más cercano. 


De entre los personajes, todos se sienten humanos, con sus contradicciones y esa crisis de identidad que las hace debatirse entre dos países. Como decía la sinopsis atrás de mi ejemplar (escaneado para la OpenLibrary): se rebelan quitándose los chinos, planchándose el pelo, pero vuelven a sus raíces por la fruta, la comida y cada año, volviendo sin sus maridos, al cumpleaños a de su padre, que parece que no le importa tener cuatro hijas mujeres, como insiste en aparentar, pero que sólo accede a reconciliarse con Fifi cuando tiene un hijo varón. Su madre las protege y las defiende de su padre, pero aún así fue criada con otros valores y las aleja de las escuelas públicas para meterlas en internados católicos, donde sabe que sus hijas estarán bien cuidadas. 

Respecto a la trama, tengo que decir que no hay un núcleo fuerte en el libro, lamentablemente, a pesar de lo bien unidas que están las escenas. Es un libro sobre todo de identidad, pero no se concentra en eso, sino en problemas varios. A veces no consigue abarcarlos todos, lo cual es una lástima y deja con dudas y ese regusto a que estamos viendo un montón e historias pequeñitas que se escapan y dicen que les toca ser contadas en otra ocasión, así a lo Ende. Es el único punto malo que le puedo ver al libro y pasa con muchos libros de este tipo. Realmente es una lástima porque el libro es precioso.

¿Lo recomiendo? Por supuesto que sí. Es un libro muy interesante si les gustan estos temas, aunque está algo complicado de conseguir. Ojala, si lo leen, les guste

martes, 29 de marzo de 2016

Las comas son amigas, no comida (III)

A lo mejor si a la mitad no me doy cuenta de que la entrada está quedando kilométrica esta es la última parte en la que les daré lata con las comas. A lo mejor, pero no estoy segura. Recuerden que las comas son cosas muy importantes porque ponerlas o no ponerlas es la diferencia entre decir una estupidez o no decirla. Queremos que todo el mundo nos entienda, ¿no? Bueno, entonces, manos a la obra, tenemos trabajo que hacer. 

Uno de mis usos preferidos para las comas (sí, soy tan ñoña que tengo favoritos) es el siguiente: las comas se usan para delimitar incisos. La mayor parte de las veces (no todas) este uso se puede alternar con raya o con paréntesis, pero como hablamos de las comas... se usa así: se pone una coma antes y una después del inciso, no importa lo que haya atrás o delante del inciso, sea conjunción o no lo sea, vocativo o no, lo que sea: el inciso se delimita por comas. Hay incisos de muchos tipos, que son los que vamos a ver hoy.

Por ejemplo, podemos empezar por las aposiciones explicativas. Para que no me digan que hablo en chino, les explico: una apocisión es una construcción de elementos gramaticales y si es explicativa, quiere decir que incluye información adicional aclaratoria. Pongamos un ejemplo:

Yo podría escribir: María no tiene dinero, ¿puedes prestarle?
Pero por ejemplo, podría querer explicar que María es mi hermana menor.
Entonces, el inciso quedaría así:
María, mi hermana menor, no tiene dinero, ¿puedes prestarle?
Ahí, la aposición es "mi hermana menor" y como podemos ver, está rodeada por comas.
Más ejemplos de aposiciones explicativas:
Edimburgo, ciudad de Escocia, fue el lugar que visité cuando estuve de viaje.
Carlos V, rey de España, es muy famoso.
Moctezuma Xocoyotzin, huey tlatoani de los Aztecas, recibió a Cortés.

Continuemos con las explicaciones: los incisos también pueden ser adjetivos explicativos u oraciones adjetivas explicativas. Todos sabemos que los adjetivos calificativos nunca van separados por comas (El perro bonito, el gato viejo, etc, etc), pero los explicativos, que nos dicen cómo se encontraba el sujeto cuando ocurrió cierta acción en vez de describirnos al sujeto, sí. 

Ejemplos:
Los ratones, derrotados, dejaron de buscar queso por toda la casa. (Se explica que todos los ratones estaban derrotados, de ahí que ya no buscaran más queso).
Si queremos poner la oración sin comas tendría otro sentido:
Los ratones derrotados dejaron de buscar queso por toda la casa. (Decimos que de todos los ratones, sólo los derrotados, que no son todos, dejaron de buscar queso por toda la casa).  

En ese ejemplo podemos ver que muchas veces es gramaticalmente correcto ponerlo de las dos maneras, con o sin comas. Pero en ambos casos estamos explicando o diciéndole a nuestros lectores cosas diferentes, así que tenemos que tener claro que es lo que vamos a transmitir para no caer en errores.

Volviendo a los incisos: estos también pueden ser expresiones accesorias que no tienen ninguna vinculación o propósito explicativo en la oración en la que se insertan. Muchas veces se usan en la poesía, si es que no les suenan de ninguna parte.

Ejemplos:
Llegó a casa, dime tú su no es para matarlo, con todos sus amigos y sin avisar.
Tus caderas, ¡que delicia!, son lo mejor que me ha pasado en la vida.

Y después a la RAE le dio flojera seguir clasificando (bueno, probablemente no) y dijo que era considerado inciso cualquier otra clase de comentario, explicación o precisión a algo dicho

Ejemplos:
Toda la familia, incluida mi cuñada, estaba de acuerdo con lo propuesto.
Un buen hombre, según decía un célebre escritor, era fiel a sus principios.

Ya voy a acabar... casi (y esa sólo me la creo yo). Ahora, se escribe coma antes de una palabra que se acaba de mencionar cuando se repite para introducir una explicación sobre ella. Por ejemplo...

Se compró la mejor moto que había en el mercado, moto que, a los pocos meses, acabó olvidada y polvorienta en el garaje.
Compramos manzanas en el supermercado, manzanas que estaban carísimas.
El carro verde se descompuso, carro que compramos al año pasado.

La palabra etcétera se rodea por comas para separarla del resto de la oración. Ya les había puesto un ejemplo parecido al hablar de enumeraciones pero ahora vemos el caso de qué es lo que ocurre si, después de un etcétera, la oración continúa. 

Así es:
Los cítricos como el limón, la naranja, la toronja, la mandarina, etcétera, son muy buenos para prevenir los resfriados.
Así NO:
Los cítricos como el limón, la naranja, la toronja, la mandarina, etcétera son muy buenos para prevenir los resfriados.

También se escriben comas antes de cada una de las oraciones o elementos coordinados en oraciones del tipo: bien..., bien...; ora..., ora...; ya..., ya... He elegido dejar este uso casi al final porque no es muy común y yo, por ejemplo, sólo lo uso al hablar o escribir de manera muy formal. No es muy común en el habla coloquial.

Ejemplos:
Organizaremos la reunión el jueves, bien en tu casa, bien en la mía.
Todos querían a Sara como presidenta de la colonia, ya porque les había prometido beneficios, ya porque de verdad creían en ella.

Ahora, otra cosa importante pero a la que casi no pone atención. ¡FECHAS! Sí, al escribir una fecha completa, con el lugar incluido, el lugar se separa de la fecha. También se separa el día de la semana y el mes con comas. 

Ejemplos:
Distrito Federal, 28 de marzo de 2016.
Houston, Texas, a 13 de febrero de 1994.
Martes, 3 de enero de 1870.

En las direcciones, en España, dato curioso, se pone coma entre en nombre de la calle y el número. Yo personalmente siempre he escrito así: Rosas 24. Pero eso, según la RAE, se escribe así en España (que los españoles confirmen): Rosas, 24. Ahí sí, que cada quien decida cómo poner las cosas, de todos modos las entendemos todas, ¿no? 

Ahora, para seguir y ya casi acabar, usamos las comas para distinguir entre todos los sentidos de una oración. Ya lo he explicado antes con algunos ejemplos, pero aquí me dedicaré un poco más a eso. Pongamos algunos ejemplos:

Me he vestido como me indicaron (me vestí de la manera en que me indicaron).
Me he vestido, como me indicaron (me indicaron que me vistiera, pero no cómo).
Mientras, hizo lo que debía y no hubo problemas (mientras algo más ocurría, él hizo lo que debía).
Mientras hizo lo que debía, no hubo problemas (no hubo problemas siempre que él hizo lo que debía).
Vamos a comer niños (pues van a comer niños, deben estar muy ricos).
Vamos a comer, niños (los niños van a comer y no a ser comidos). 

Bueno, hay más usos de la coma y los pueden consultar en la RAE. La mayoría son más técnicos y subcasos de los que expliqué en esta serie de tres entradas. De todos modos, si tienen dudas, sean muy amables de dejarlas aquí abajo y yo contesto lo que sepa y si no lo sé, pues lo busco. Ojalá que estas tres entradas les hayan servido de mucho y les hayan gustado y las apliquen. Compártanlas si es que conocen a alguien que las necesite. Además, si quieren que haga algo sobre algún otro signo de puntuación (que sepa usar, claro), pueden pedirlo, ya saben. 

¡Diviértanse con las comas! Recuerden que son amigas, no comida. 

domingo, 27 de marzo de 2016

Las comas son amigas, no comida (II)

Antes de seguir con las comas, les voy a contar un secreto. La RAE es descriptiva, no prescriptiva. O sea que recoge la manera en que hablamos o que cree que hablamos (amigovio era para la generación anterior, chicos, llegaron tarde) y no nos está obligando a nada. Sin embargo, por muy descriptiva que sea y no te esté poniendo una pistola en la cabeza para que pongas las comas, por favor quiero hacer una petición: PONLAS BIEN. Esto es sólo para tener una buena convivencia y que nadie malinterprete lo que estás diciendo, las comas pueden hacer una gran diferencia cuando quieres decir algo. Ahora si, vamos a seguir con las comas. 


  

¿En donde me quedé? Se escribe coma antes de pero, mas, aunque, sino (que) en oraciones coordinadas adversativas. En cristiano eso quiere decir que dos oraciones son contrarias o presentan puntos contrarios. ¿Cuándo se pone la coma? Siempre, por supuesto. (Y por favor, por favor, nunca pongan "pero aunque" o "mas aunque" porque suenan a pleonasmo).

Así se hace:
Trabajamos el sábado, aunque era feriado.
Haz lo que quieras, pero ten cuidado.
No fuimos al restaurante italiano, sino que cenamos en casa.
Queríamos llegar temprano, mas no pudimos porque Juan llegó tarde,
Así NO se hace:
Trabajamos el sábado aunque era feriado.
Haz lo que quieras pero ten cuidado.
No fuimos al restaurante italiano sino, al francés.
Queríamos llegar temprano mas, no pudimos porque Juan llegó tarde.

Siguiendo el mismo tipo de oraciones, para no perder el hilo, la coma se pone cuando tenemos oraciones consecutivas introducidas por así que, conque, de manera que... y ectétera. En cristiano la cosa quiere decir que son oraciones que siguen a otra. En general sirven para exponer argumentos.

Así que hace:
Prometiste ir conmigo, así que ahora no salgas con excusas.
Julia estudió mucho para su examen, de manera que obtuvo una buena calificación.
Así NO:
Prometiste ir conmigo así que ahora no salgas con excusas.
Julia estudió mucho para su examen de manera que obtuvo una buena calificación. 

Ahora voy con un tema más complicado, así que me voy a tomar mi tiempo en explicarlo. Incluso la RAE gasta más de dos líneas en explicar esto. Se pone come ante oraciones causales o lógicas, también llamadas "de enunciación". Creo que todos sabemos que las oraciones causales exponen la causa de algo. Si ha llovido, el suelo se moja, y el suelo está mojado porque ha llovido (o hubo un tsunami, qué sé yo). Entonces, el ejemplo es el siguiente: Ha llovido, porque el suelo está mojado

Sin embargo, las causas reales o puras no van con coma... El ejemplo es El suelo está mojado porque ha llovido Se preguntarán cuáles carajos son las causas reales o puras, pero no se preocupen: a veces yo también me pregunto donde va cada ejemplo. La RAE intenta explicar la diferencia, pero como es su costumbre no la explica en un idioma que una persona no experta en gramática pueda entender. De todos modos pego la explicación para hacer sobre esa mi explicación for dummies.

La diferencia entre un tipo de causales y otro es que las causales propiamente dichas expresan la causa real del hecho enunciado en la principal (El suelo está mojado porque ha llovido: la lluvia es la causa real de que el suelo esté mojado), mientras que las lógicas o explicativas no introducen la causa real de lo expresado en la oración principal, sino el hecho que permite al que habla afirmar o enunciar la oración principal (Ha llovido, porque está el suelo mojado: lo que me lleva a afirmar que ha llovido es que el suelo está mojado).

A ver, ahora, en un intento de traducción a cristiano, la cosa va así: La causa real es... la causa real. En serio, no se me ocurre una manera de explicarlo. Yo lo hago de una manera muy intuitiva. La causa real es la obviedad, estás diciendo algo que es real aquí y en China, o sea, que se consideraría válido en las dos partes. La causa lógica o explicativa puede ser sólo válida para ti, estás exponiendo el hecho que te permite llegar a la conclusión de tu oración principal. ¿Ya? ¿No he perdido a nadie? Mi consejo con este tipo de comas es que lean en voz alta lo que escriben, lo piensen y lo pongan como mejor les suene, finalmente, no todos somos expertos en poner comas y a veces hasta a mí se me van. Ahora respiren hondo, juro que por este post no pondré más cosas en chino mandarín.



Siguiendo, se escribe coma para separar los dos términos de las construcciones no sólo..., sino (también). Creo que está sencilla la cosa, pero igual les pongo ejemplos del asunto.

Así es:
Lo que dijo me sorprendió no sólo a mí, sino a todos los que estábamos en ese momento en el lugar.
Así NO:
Lo que dijo me sorprendió no sólo a mí sino a todos los que estábamos en ese momento en el lugar. 

Cuando el orden de las oraciones se invierte... en cristiano, por ejemplo, cuando objetos directos o indirectos anticipan su aparición. También cuando fijamos un tiempo en una narración antes del verbo de la oración. Me deben están mirando como si hablara en chino, así que seré consiente y se los explicaré con ejemplos.

Pescado, no suelo comer mucho (el objeto directo va antes).
En aquellos últimos días de verano, el ambiente era mucho más melancólico (los días de verano es el cuándo en la oración). 

En las oraciones compuestas (léase que hay dos oraciones y una depende de la otra), cuando la subordinada está antes. Si la subordinada va después la coma no es necesaria. Ejemplos, ¿claro?

Si vas a salir, avísame. 

Aquí, "avísame" es la oración principal. Para identificarlas, puedes pensar en cuál tiene sentido sola y cuál no. "Si vas a salir" no tiene sentido si la ponemos sola porque sentimos que algo falta; está el si condicional.

Aunque no le creas nada, Ana tiene razón.

"Ana tiene razón" es la principal, puede estar sola y no nos va a sonar extraño. En cambio, "aunque no le creas nada" es subordinada porque tiene el aunque. No tiene sentido si está sola, debe de haber algo con lo que la podemos contrastar. Y así pueden analizar estos casos para saber donde necesitan coma y donde no la necesitan.

Pasando a un tema más sencillo, se escribe coma delante de los siguientes enlaces: esto es, es decir, a saber, pues bien, ahora bien, en primer lugar, por un/otro lado, por una/otra parte, en fin, por último, además, con todo, en tal caso, sin embargo, no obstante, por el contrario, en cambio y otros similares.

Ejemplos:
Pues bien, nos vamos mañana de vacaciones y no el domingo.
Quería ir con Angélica a la fiesta; sin embargo, Angélica no va a ir y no quiero estar sola.
Queríamos ir de viaje a Chiapas para ver la naturaleza pero, por otro lado, el clima es demasiado húmedo.
No puedo ir hasta la ciudad; además, no me apetece nada manejar.

También va coma cuando hay adverbios o locuciones adverbiales que modifican a toda la oración y no solo a uno de sus elementos, como efectivamente, generalmente, naturalmente, por regla general, etc. Léase, advervios que no modifican directamente al verbo sino que tienen efecto en toda la oración. 

Ejemplos:
No tengo automóvil; naturalmente, no puedo ir a la fiesta si no habrá transporte.
Generalmente, el primer día no hay clases: los estudiantes pueden conocer la universidad libremente.
Efectivamente, no llegaré hasta muy tarde.
Por regla general, todos nos vestimos de etiqueta en las fiestas.

Ahora, ya para acabar por esta vez, un uso sencillo; se pone coma después de las siguientes expresiones introductorias: en cuanto arespecto de, con respecto a, en relación con, con referencia a, a tenor de, etc. También se pone coma frente a expresiones tales como: en ese caso, a pesar de todo, para eso, etc. Si tienen duda sobre si poner o no una coma frente a una expresión de ese tipo sólo tienen que leer en voz alta lo que escribieron haciendo una pausa y sin hacerla. Ahora, unos cuantos ejemplos.

Ejemplos:
En cuanto a Armando, no quiero volver a verlo.
Con respecto a la junta, quedo todo arreglado.
En ese caso, nos quedamos en casa.
A pesar de todo, hemos decidido irnos de vacaciones.

Ya saben que las preguntas van aquí debajo y que todavía continuaré en otra entrada, pues los usos de las comas son muchísimos. De hecho, son el signo de puntuación más complicado a mi gusto. Bueno, preguntas sobre estos usos específicos (o los de la entrada pasada), aquí debajo, sobre otros, también, dudas que siempre los hayan torturado porque en ningún lado encuentran la respuesta, también. Intentaré responder todo lo que sepa con ejemplos, como siempre, y explicaciones. Si les gustó  la entrada, compártanla y si no, también (a sus enemigos).


viernes, 25 de marzo de 2016

Las comas son amigas, no comida (I)

Me decidí a hacer esta serie de entradas porque todo el mundo me preguntaba por comas. Al parecer si corriges autores en Twitter con fotos de tu kindle haciendo notar que ni el autor, ni el corrector de estilo, ni el traductor tienen idea de como poner las comas, el mundo asume que eres una persona que debe saber ponerlas (buena deducción, pequeños Holmes). Así que con toda la paciencia del, mundo me pondré a compilar todos los usos de las comas que están en la RAE, for dummies y con explicaciones varias. Sólo les voy a recordar una cosa: un texto es 10% ortografía, redacción y buena gramática... y el otro 90% es contar una buena historia, hacer buen uso de las ideas, ordenar bien tus ideas y saber exponer tus puntos. ¡Nunca lo olviden!

ADVERTENCIA PARA NAVEGANTES (por si todavía es necesaria): No soy una erudita de la lengua española, sólo una ñoña que revisó toda la Ortografía de la RAE para aprender a puntuar. Soy humana y, como tal, tengo errores. Mis fuentes son la Ortografía 2010 y 2005 de la RAE. Pueden consultar la 2005 aquí.

Así que ¡empecemos! 



¿Que son las comas? Las comas son unos bellos signos de puntuación (,) que indican que existe una breve pausa dentro del texto; así, al leer, no nos quedamos sin aire o hacemos pausas innecesarias. Como quien dice, las comas son amigas, no comida, ¡no olvides ponerlas! La cosa está en cómo saber dónde ponerlas. No se vale ponerlas en todas partes porque vamos a, hacer, más, pausas. Creo que con esa aberración que acabo de poner se entendió mi punto. Tampoco se vale no ponerlas porque nos vamos a quedar sin aire intentando leer en voz alta y hasta nuestro cerebro se va a cansar. 

Así que vamos a empezar hoy por lo fácil. ¡Las enumeraciones! (sí, voy a hacer con el orden de la RAE lo que me de la gana). La coma siempre separa los elementos de una enumeración, siempre que estos no sean complejos y no contengan ninguna coma en su interior. También deben tomar en cuenta que el último elemento de la enumeración, al llevar conjunción (y, e, ni, o, u) no lleva coma. El ejemplo sería algo así:

Así es correcto:
Fuimos al mercado y compramos mangos, papayas, plátanos y melones.
Así no es correcto:
Fuimos al mercado y compramos mangos papayas plátanos y melones.
Fuimos al mercado y compramos, mangos, papayas, plátanos, y melones.
Fuimos al mercado y compramos mangos, papayas, plátanos y, melones.
Otros ejemplos correctos:
Puedes traer las cucharas, los tenedores o los vasos.
No me gustaron los camarones, los pescados ni los ostiones.

Si ya quedó claro, podemos seguir. Hay enumeraciones que no llevan conjunción al final. Eso no quiere decir que estén mal. En algunos casos, ponemos enumeraciones incompletas y dejamos un "etcétera" al final, entonces, antes del etc hay una coma. También, en vez del etcétera podemos usar puntos suspensivos para indicar la pausa o, simplemente, en algunos recursos narrativos, dejamos toda una enumeración con comas. ¿Algunos ejemplos? ¡Claro, aquí debajo!

Toda la familia vino a mi boda: mis padres, mis hermanos, mis tíos, primos, etc.
Compramos de todo para la casa: sillas, sillones, lámparas, platos, floreros, cuadros...
Toda ella transmite paz: sus ojos, su boca, su sonrisa, su rostro.

Siguiendo con enumeraciones, en una oración (u oraciones subordinadas) se separan todos los elementos gramaticales equivalentes: léase verbos, objetos directos, sujetos, objetos indirectos, etcétera. Todo se hace exactamente igual que en las enumeraciones: si el elemento final va introducido con una conjunción (y, e, o, u, ni), no lleva coma.

Ejemplos:
Llegué, vi, vencí.
No te olvides de cerrar la puerta, apagar la luz y guardar las llaves.
Se preocupaba por todo: por sus hijos, por su trabajo, por su salud...

Ahora, mi siguiente tema favorito y también uno de los básicos. ¡Los vocativos! Las comas siempre, siempre y cuando siempre, es siempre y sin ninguna excepción, aislan a los vocativos. Todos se encierran entre comas. TODOS. Pero por si les estoy hablando en chino, ¿qué es un vocativo? Preguntémosle a la RAE.

vocativo, va
Del lat. vocatīvus.
1. adj. Gram. Dicho de una expresión nominal: Que se usa en función apelativa; p. ej., Pepe en Pepe, ven un momento, por favor. U. t. c. s. m.
2. adj. Gram. Apelativo. Uso vocativo.

En resumen es cualquier manera de referirse a un interlocutor. Y sí, siempre, siempre, y cuando digo siempre, es siempre, se aisla con comas. ¡SIEMPRE! ¿Quedó claro? 


Así es correcto:  Pepe, ven a cenar ya. No se olviden de lavarse las manos, niños. Tienes que saber, muchacho, que tu madre fue una gran mujer.
Así NO es correcto:
Pepe ven a cenar ya. No olviden lavarse las manos niños. Tienes que saber, muchacho que tu madre fue una gran mujer. Tienes que saber muchacho, que tu madre fue una gran mujer. Tienes que saber muchacho que tu madre fue una gran mujer.

Aquí viene una pequeña excepción con las conjunciones. Como a muchos les habrán dicho en la primaria, nunca va una coma después (o antes) de una conjunción, como y, o, ni, e, u. Pero, ¿qué pasa cuando hay un vocativo después de una conjunción? ¿Explota el mundo y nos morimos todos? No. La solución es simple: encerrar el vocativo con comas, porque como seguramente recordarán, ya los machaqué durante dos párrafos con que el vocativo siempre va encerrado con comas. Así que un os ejemplos (ambos correctos) quedarían tal que así:

Diviértanse y, niños, no se olviden de recoger sus juguetes.
Diviértanse, niños, y no se olviden de recoger sus juguetes.

Ahora, sigamos por lo fácil. Todas las interjecciones o locuciones interjectivas tales como bah, ay, ¡ay de mí!, ¡ay mis hijos!, eh y un largo etcétera, se encierran en comas. SIEMPRE. Todas. Igual que en los vocativos. SIEMPRE. Lo pongo en mayúsculas y dos veces por si acaso, pero creo que estoy haciendo entender mi punto, ¿cierto? No es necesario otro gif. Bueno, a los ejemplos:

Así es correcto:
Éramos muy pobres, ¡ay mis hijos!, nunca tuvieron lo que querían.
Bah, no es nada importante.
No sé que voy a hacer, ¡ay de mí!
Así NO:
Éramos muy pobres ¡ay mis hijos! nunca tuvieron lo que querían.
Bah no es nada importante.
No sé que voy a hacer ¡ay de mí!

Es muy importante hacer notar que las comas siempre van afuera de los signos de exclamación, nunca adentro. Nada de poner "Éramos muy pobres, ¡ay mis hijos,! nunca tuvieron lo que querían". Es incorrecto. Puede parecer que estoy exagerando. Pero no, les aseguro que no estoy exagerando: lo he visto. 

Muy bien, sigamos. Se pone una coma para separar el sujeto de su complemente cuando el verbo no se pone por haber sido mencionado con anterioridad o se sobreentiende. Bueno, lo que acabo de decir, traducido, es que cuando no vamos a poner un verbo, hay que separar las dos partes de la oración con una coma. Para que se entienda mejor, ejemplos:

Ejemplos:
Pedro tenía diez años; Paco, ocho.
Los adultos mayores, por aquella puerta.
Diez por cinco, cincuenta.

Es de lo más sencillo, así que creo que no es necesario ahondar más en ese uso. Mi única recomendación es que si no están seguros de que lo que están escribiendo es correcto, lo lean en voz alta y, después, si siguen sin estar seguros pongan el verbo o le pregunten a alguien. Mucho en el uso de las comas es adivinar o agarrar experiencia. Pero bueno, a lo que sigue. 

La RAE dice que es conveniente escribir coma antes de excepto, salvo y menos. He llegado a la conclusión de que cuando la RAE dice eso es que es más que conveniente y que lo mejor es que casi siempre se ponga. O sea que aquí los ejemplos serían lo siguientes:

No me gusta nada la cultura China, excepto la comida.
El bibliotecario siempre estaba disponible, salvo los miércoles porque iba a ver a su esposa al hospital.
Puedes hacer lo que quieras, menos saltar en la cama.

Por hoy ya me ha quedado bastante larga la entrada, así que he decidido cortarlo aquí y seguir en la que sigue. Si tienen dudas muy específicas sobre estos usos, aquí debajo. Si tienen dudas sobre el uso de las comas en general, aquí debajo, para considerarlas en futuras entradas. Y si les gustó... pues ya saben: este blog se alimenta de comentarios. Sobre todo, si les fue útil y conocen a alguien a quien también le sería útil leer esta entrada, les agradecería mucho, pero mucho que la compartieran. ¡Esperen las siguientes!


miércoles, 23 de marzo de 2016

A long way gone, Ishamel Beah | Reseña


My new friends have begun to suspect I haven't told them the full story of my life.
"Why did you leave Sierra Leone?"
"Because there is a war."
"You mean, you saw people running around with guns and shooting each other?"
"Yes, all the time."
"Cool."
I smile a little.
"You should tell us about it sometime."
"Yes, sometime."
Traducción (made in Nea)
Mis niegos amigos han empezado a sospechar que no les que contado la historia completa de mi vida.
―¿Por qué dejaste Sierra Leona?
―Porque hay una guerra. 
―Te refieres... ¿has visto personas corriendo con armas y disparándose los unos a los otros?
―Sí, todo el tiempo.
―Cool.
Sonrío un poquito.
―Deberías contarnos acerca de eso algún día. 
―Sí, algún día.
Sinopsis: This is how wars are fought now: by children, hopped-up on drugs and wielding AK-47s. Children have become soldiers of choice. In the more than fifty conflicts going on worldwide, it is estimated that there are some 300,000 child soldiers. Ishmael Beah used to be one of them.
What is war like through the eyes of a child soldier? How does one become a killer? How does one stop? Child soldiers have been profiled by journalists, and novelists have struggled to imagine their lives. But until now, there has not been a first-person account from someone who came through this hell and survived.
In A Long Way Gone, Beah, now twenty-five years old, tells a riveting story: how at the age of twelve, he fled attacking rebels and wandered a land rendered unrecognizable by violence. By thirteen, he'd been picked up by the government army, and Beah, at heart a gentle boy, found that he was capable of truly terrible acts.
This is a rare and mesmerizing account, told with real literary force and heartbreaking honesty.

Ishmael Beah
Quiero contarles algo sobre Sierra Leona. La mayoría habrá oído del país porque es un país africano en donde hubo una guerra muy sangrienta en donde peleaban niños armados con AK-47s hasta arriba de drogas, comandados por gente que les decía que era la única manera de vengar a sus familias o a sus muertos. O la mayoría sabrá que existe un país que se llama Sierra Leona porque allí hay diamantes. O ni eso. La verdad es que solemos englobar a Africa como un sólo país casi siempre, o a sus habitantes como un sólo tipo de personas.

Sierra Leona es un país relativamente joven. Obtuvo su independencia en 1961, como muchos otros países africanos. En 1992, después de años de inestabilidad política y descontento de los tenme, que no veían con buenos ojos a los criollos en el gobierno, hubo un golpe de estado y empezó la guerra. El Frente Unido Revolucionario, compuesto principalmente por personas de los grupos étnicos de los temnés, se levantó en armas y todo el país entró en caos. Ishamel Beah cuenta la historia, pero no se detiene mucho en ella porque después de todo la guerra es la guerra, dan igual los motivos que hayan llegado a ella. La gente muere, se cometen atrocidades y, si hablamos de África especialmente, los niños acaban cargando armas y luchando como soldados.


Ese fue el destino de Ishamel Beah, también. Tira de sus recuerdos y escribe. Recuerda lo que vio y como lo vio. Recuerda el miedo de la gente, a su familia, de la que se vio separado. A su hermano, con el que sobrevivió bastante tiempo hasta que los rebeldes los obligaron a separarse. Los amigos que encontró mientras estuvo solo y que después se unieron con él a las fuerzas rebeldes. Los muertos ocurren página tras página sin que Ishmael pueda ponerles nombre, pero si les pone cara y sufrimiento. Las muertes se vuelven algo personal en el libro porque sabes que ocurrieron en alguna parte de verdad y alguien las guardó para siempre en sus recuerdos sin poder olvidarlas para poder vertirlas en este libro.

Ishmael habló en un congreso de la ONU sobre los niños soldados y cómo no eran un caso perdido. Se usó de ejemplo para demostrar que podían ser rehabilitados. En su libro se puede notar la frustración que sintió (quizá aun siente) cuando en todas las aldeas le daban la espalda solo por ser un niño. Como no importaba que no tuviera un arma en las manos, de todos modos lo consideraban peligroso. No sé él, pero para mí eso sólo me llevó a pensar que, poco a poco, sin darle opciones, lo empujaron hasta las fueras rebeldes que se aprovecharon de la desaparición de su familia y de su hermano para asegurarle que podría vengarlos y lo convirtieron en un soldado. La historia es desgarradora. Va desde que la guerra tocó personalmente a la puerta de su casa hasta su huída de Sierra Leona, cuando la guerra volvió a estallar después de que él hubiera dejado un centro de rehabilitación. Decidió que era suficiente cuando vio morir a su tío y supo que no podía quedarse allí o iba a morir. 

Freetown
La estructura del libro cambia conforme el libro avanza. Ishmael Beah empieza a contar la historia cronologicamente, como la recuerda. Nos adelanta algunas cosas y algunas escenas, pero la historia va cronológica más o menos hasta su tiempo como niño soldado, donde parece que hace un salto abrupto y va intercalando las escenas como las va recordando. Es el tiempo más confuso, quizá porque abusó de las drogas para poder soportar la guerra, la pelea y sobreponerse a lo que estaba haciendo y lo que los demás estaban haciendo. A long way gone es un libro difícil precisamente porque sabes qué es una historia real y que los que van a sufrir no son los que empezaron la guerra. Ellos estaban hasta arriba y probablemente sólo murieron hasta el final o fueron enjuiciados (aunque después del segundo conflicto a algunos se les garantizó el perdón); los que más sufrieron la guerra fueron los campesinos, los pobres, las mujeres, los niños. 

Este es, al final del día, un libro necesario. Porque por más que nos hablen de los conflictos africanos y lo mucho que sufren los niños en las filas de los ejércitos, nunca sabremos exactamente lo que significa ser un niño soldado. Ishamel Beah sí lo sabe. Él estuvo allí y consiguió escapar. Definitivamente recomiendo el libro porque, libros como este, hay pocos.

lunes, 21 de marzo de 2016

Día internacional de la poesía (ft. mini-reseñas)

¡Feliz día mundial de la poesía! A los mexicanos, también, feliz puente, porque hoy hace muchos, muchísimos años, no se exactamente cuantos, nació Benito Juárez. Hoy vengo a hablar de ese género que, después de los libros de autoayuda, tiene menos popularidad (me estoy inventando el dato según un estudio imaginario que hice en la universidad patito de mi casa, por si quieren saber de donde me lo he sacado) que nada. Tipos de poesía hay muchos, pero la gente siempre suele huir de ella. De hecho, yo tenía una sección en el blog dedicada a la poesía (Hablemos de poesía) que tuve que clausurar y dejar así, cerrada, por simple y sencilla falta de interés


Hoy vengo de nuevo a jurarles que la poesía no es tan mala, que no es malo leerla y no entenderla, porque la poesía no se entiende casi nunca a la primera. Decirles que se lee rápido, para ver si al menos consigo meterles algún poema en los ojos. Contarles que hay muchos tipos de poesía: hay poesía que rima y poesía que no, hay poesía para niños, para grandes. Hay sonetos, como los de Sor Juana. Hay poesía confesional, como la de Sylvia Plath. Hay poesía antigua y contemporánea. Hay cantares antiguos y poesía más nueva. Hay poesía hasta de la era pre hispánica, porque el trabajo de Nezahualcóyotl  y otros poetas Aztecas sobrevive hasta nuestros días. Hay poesía para elegir, pues y, aunque toda se llame poesía, ninguna se parece.

Vengo a hablarles de cuatro libros de poesía que me gustan bastante y que, por supuesto, recomiendo. Les dejo unas mini-reseñas, bastante pequeñas, para ver si por algún milagro del Dios en el que no creo y de Quetzalcoátl (en el que tampoco creo, pero al menos era una serpiente emplumada) alguien se interesa en ellos. 

Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda


Siempre hablo de ellos porque fueron los primeros poemas que fui capaz de leer enteros sin dormirme. Lo sé, no es la mejor frase para empezar una pequeña reseña sobre poemas. La mayoría conoce el poema 20 y ese poema que comienza más o menos así "me gustas cuando callas porque estás como ausente" (un verso que no me encanta y no me parece lo más romántico del mundo), sin embargo, los otros dieciocho y especialmente la Canción Desesperada suelen ser rápidamente olvidados. Sin embargo, debo decir que cada uno de los veinte poemas de amor y la canción desesperada valen la pena, si quiera por conocer a Pablo Neruda y para que dejen de dedicar ese "me gustas cuanta callas porque estás como ausente" a todas horas y en todas sus relaciones.

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.
Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partir, oh abandonado!
Neruda fue el único poeta que conocí o sea mi favorito a falta de otros durante mucho tiempo, hasta que Benedetti y Sabines me cayeron en la cara demostrandome que los poemas no necesitaban ser sólo de amor (y que podían hablar de la censura, de la muerte y hasta ser graciosos). Sin embargo, por todo lo que fue, Neruda siempre estará presente en mi corazoncito.

Chicana Falsa, Michelle Serros


Este fue un descubrimiento nuevo y sin duda más contemporáneo. Llevo tiempo buscando literatura chicana, sobre todo si es literatura que ahonde en la identidad de los chicanos (mexicanos nacidos en Estados Unidos) y Michelle Serros, que murió hace unos años, expresa perfectamente su identidad y sus problemas en este libro de poemas. Habla de los estereotipos con los que ha vivido y ha sido marcada toda la vida, de cómo pocos la apoyaron cuando quiso ser escritora, de cómo su familia es muy complicada, porque su tía fulanita no le habla a menganita, pero igual las dos van a las fiestas y a los funerales así que hay que evitar que se sienten a menos de veinte asientos de distancia. Y de los mejores poemas es un poema corto donde cuenta como la confundieron con una mujer de limpieza en un gimnasio y tuvo que enseñar el carnet para que le creyeran.

Estos poemas son poemas muy sencillos y no necesitas drogarte para entenderlos, como a Baudelaire, por ejemplo. Lo digo precisamente porque me han dicho varias veces que no leen poesía porque "no la entiendan". Y con este libro, que además es pequeñito, les aseguro, no van a tener ese pequeño problema.

Recuento de Poemas, Jaime Sabines


Sabines es mi referente en poesía. No creo que deje de serlo pronto. El día que lo oí declamar en Youtube No es que muera de amor, muero de ti, amor, de amor de ti... etcétera etcétera, se volvió mi favorito. Podría decir que se me cayeron las bragas, pero eso suena con mucha falta clase y los mexicanos no decimos bragas jamás. Pero sí. Sabines se volvió mi favorito de favoritos, mi referente en poesía, el poeta del que me aprendí la mitad de los poemas para ser la ñoña que los puede decir (que no declamar) en casi cualquier parte. Podría escribir No es que muera de amor de memoria y nada más se me olvidaría donde van las comas. Más o menos así me enamoré de la poesía de Sabines.

Después de años de leerlo y releerlo, alguien me regaló su recuento de poemas, un libro donde junta y hace una selección de casi toda su obra. Desde los poemas más cortos hasta los más largos, los más famosos y los menos. Los más graciosos y los más trágicos. Así que si se preguntan porqué siempre recomiendo a Sabines ya tienen la respuesta. Él es mi favorito.

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Soy vertical pero preferiría ser horizontal, Sylvia Plath


Este es el penúltimo libro de poesía que he leído últimamente. Tenía una cita pendiente con Sylvia Plath. Alguien me dijo que después de leerla tendría que consolarme con nutella o cortarme las venas y no se equivocaba. Todo en la poesía de Plath es trágico. Sylvia Plath se suicidó el 11 de enero de 1963, asfixiándose con gas. Ted Hughes, con quien estuvo casada se convirtió, a su muerte, en el editor de su legado. La poesía de Plath es poesía confesional y fue una de las poetas originales en el movimiento. Cuando lees sus poemas, no hay duda de por qué. El primero de esta pequeña recopilación, que habla de la maternidad, es el más obvio. Plath no la retrata como un milagro, sino por momentos lo hace como una carga, una deformación, algo que no todos desean. La recomiendo al último porque creo que es una mujer a la que hay que leer en inglés (aunque yo no lo he hecho). De hecho, siempre he sentido que al traducir la poesía, esta pierde algo para siempre. Las traducciones nunca serán iguales

La recomiendo porque me impresionó mucho. Me dejó un sabor de boca extraño, que pocos poemas me habían dejado antes. Así que en este intento de mini-reseña, les recomiendo especialmente la poesía de Plath. 

sábado, 19 de marzo de 2016

Como (no) escribir una novela young adult

Ya era tiempo de volver a publicar mis recetas para el éxito inmediato escribiendo libros (en general malos). Después de la novela fantástica, las distopías y las novelas románticas probablemente ya están nadando en dinero si intentaron algunas de mis recetas mágicas. Si no son ricos a estas alturas es porque no quieren o porque su dignidad los cagó a palos (o porque no escriben en inglés, eso también puede ser). Así que si quieren ser aun más ricos y famoso o ninguna de mis anteriores recetas para el éxito inmediato los convenció, vengo a dejar una más. ¡Novelas Young Adult! Un género que últimamente es cada día más famoso y que seguramente los dejará en la fama más absoluta y total. Como siempre, todo esto es sátira. No tendría que decirlo, pero hay gente con el sentido del humor en el trasero. 


1. Primero necesitas un protagonista que será también el narrador. Si no quieres escribir en primera persona porque esos narradores están muy vistos desde Stephenie Meyer y tu estás escribiendo un libro malo, pero nunca tan malo como Crepúsculo, pues que el narrador sea en tercera persona, pero siempre desde el punto de vista de tu protagonista. Chico o chica, no importa. Sólo recuerda que tienen que cumplir una serie de características elementales: tener pocos amigos y no ser muy populares (bonus points si desprecian chicos populares), ser "muy maduros" para su edad, y algún hobby extraño, como por ejemplo recordar las últimas palabras que dijo gente famosa o hacer anagramas todo el tiempo. Bonus points si además de eso se califican como raros y son extremadamente tímidos. Bonus points si les gusta el rock de los setentas.

2. Vas a necesitar más elenco, claro que sí. Para empezar, un amigo o par de amigos tan raros como tu protagonista. Que se hagan llamar por apodos extraños, sean de alguna minoría, sean gays o transexuales. Mejor si son los dos últimos, así te las puedes dar de escritor diverso e inclusivo, no importa que la personalidad esté basada completamente en su raza, su género o su orientación sexual y que eso esté mal. Tú eres diverso e inclusivo, punto, no importa que parezca que lo estás haciendo por cubrir una absurda cuota. Para el resto del elenco puedes tener personajes grises que a nadie le importa y un par de padres que no digan ni una línea o digan una sola durante toda la novela. ¿Qué hacen? Nadie sabe. Mejor si están de viaje, así nadie molesta a tu protagonista.


3. Este es quizá el punto más importante así que pon mucha atención: necesitas un interés amoroso. Sí. Es necesario. Chico o chica, según corresponda al sexo y orientación sexual de tu protagonista. También necesita cubrir unas características muy puntuales: ser raro. Esa es la principal, necesita decir cosas enigmáticas, guardar un secreto, tener una familia disfuncional. Quizá basta con que sea un chico que es incapaz de leer un libro o una chica que se aparece a las dos de la mañana en tu recámara para que le ayudes con algo. Que sé yo, escribe lo que quieras. También debe ser "más maduro" para su edad y filosofar cada dos minutos, incluso durante una cena informar en los tacos. Se ganará más a tu público si dice cosas profundas sobre la muerte, el olvido, el destino o el azar, no importa lo metidas con calzador que estén.

4. Demonios, ya vas muy avanzado en la planeación y todavía no tienes trama. Bueno, pues yo tengo una buena noticia: ¡la trama no es necesaria! Lo único que tienes que hacer es poner a tus protagonistas a hacer cosas, hablar de cosas profundas y a veces, cuando te sientas inspirado, darles pequeños conflictos y problemas. ¿Que tu novela tenga un núcleo? No, no es necesario. Demasiado complejo.


5. Lo que sí tiene que tener tu novela es una relación amorosa bien desarrollada. A los adolescentes no les gustan esas tonterías del insta-love, así que procura que se vea realista (lo más realista que sea posible mientras tus protagonistas hablan de la muerte, el olvido, el destino o el azar) y que sea una relación sana, donde no haya maltrato. También procura desaparecer los problemas de los dos protagonistas cuando se confiesen su amor, como si el amor lo solucionara todo. Bonus points si escribes una escena donde se acuesten o lo insinúen.

6. Deja un final abierto, pero no tan abierto. En general que parezca satisfactorio, porque si no tienes una trama muy fuerte, sólo a personajes haciendo cosas en lugares, no lograrás conseguir un descenlace muy cerrado. Cierra con una reflexión del o la protagonista o algo así mientras se prepara para ir a una cita con su amor y ve todos sus problemas literalmente desaparecidos. Queda bien, es tierno, y tus lectores te lo agradecerán. Si no quieres seguir ese modelo, siempre puedes quitar lo de la cita, pero dejar lo demás. 

7. Publica y espera el dinero. No te preocupes: llegará. También recuerda que en algunos casos tu dignidad puede venir a cagarte a palos, pero eso es completamente normal



jueves, 17 de marzo de 2016

Borderlands/La Frontera, Gloria E. Anzaldúa | Reseña

Sinopsis: First published in 1987, "Borderlands" has become a classic in Chicano border studies, feminist theory, gay and lesbian studies, and cultural studies. Anzaldua, a Chicana native of Texas, explores in prose and poetry the murky, precarious existence of those living on the frontier between cultures and languages. Writing in a lyrical mixture of Spanish and English that is her unique heritage, she meditates on the condition of Chicanos in Anglo culture, women in Hispanic culture, and lesbians in the straight world. Her essays and poems range over broad territory, moving from the plight of undocumented migrant workers to memories of her grandmother, from Aztec religion to the agony of writing. Anzaldua is a rebellious and willful talent who recognizes that life on the border,"life in the shadows,"is vital territory for both literature and civilization. Venting her anger on all oppressors of people who are culturally or sexually different, the author has produced a powerful document that belongs in all collections with emphasis on Hispanic American or feminist issues.

Desde que leí a Sandra Cisneros (Caramelo y La casa en Mango Street) he estado buscando desesperadamente literatura chicana. No mexicana. No, chicana, escrita en inglés y publicada en inglés por inmigrantes en Estados Unidos. Preferentemente de chicanos, mexicanos, pero cualquier inmigrante está bien o hijos de migrantes, me da exactamente igual. Gloria E. Anzaldúa es Texana de sexta generación, dice el libro; su familia ya estaba allí cuando Texas era aun territorio mexicano, antes de que declarara su independencia en uno de los gobiernos de Santa Ana, antes de que se anexara a Estados Unidos y los blancos arrasaron con las tierras de los mexicanos, relegándolos para siempre. Nació siendo mexicana y americana a la vez, de una cultura que ya no era la mexicana que habían conocido sus antepasados, pero que tampoco es estadounidense. Ella misma lo dice en las primeras páginas del libro:
This land was Mexican once,
was Indian always
and is.
And will be again. [...]
The U.S-Mexican border es una herida abierta where the Third World grates against the first and bleeds. And before a scab forms it hemorrhages again, the lifeblood of two worlds merging to form a third country — a border culture.
Gloria E. Anzaldúa
Borderlands/La frontera es un libro de identidad, la pérdida de ella y su búsqueda. Está dividido en varias partes, pero al menos yo lo dividí en mi cabeza en dos grandes pedazos. La primera mitad, más o menos, son ensayos. Todo el resto son poemas de Gloria E. Anzaldúa. El libro entero está escrito en spanglish y hay muchas cosas que no tienen traducción (aunque pequeños pedazos en los poemas sí que tienen una traducción al final) lo que da una pista al público al que va dirigido: a los mismos chicanos y mexicanos. De todo el libro, prefiero a la Gloria ensayista y, de los poemas, prefiero a la Gloria que los escribe en español. Sin embargo, tengo que decir que a pesar de los altos y bajos del libro, es magnífico. 

¿Por dónde empiezo? Gloria se usa a sí misma (y a sus conocidos) para analizar la cultura de la frontera, la de Texas. De como no son ni mexicanos ni americanos. De como su español tiene acento y su inglés también y toda su vida han escondido uno u otro según con quien hablan o a quien se dirigen. Habla de como sus maestros los castigaban por ser demasiado mexicanos: hablar español. De como su madre sufría cada que hablaba inglés como inmigrante porque decía que nunca encontraría trabajo y de cómo se ha visto discriminada por los mismos mexicanos al usar su acento chicano. 

Coatlicue
Anzaldúa dice cómo los mexicanos son más espirituales que los estadounidenses, cosa en la que sinceramente no estoy tan de acuerdo. Creo que cada quien es diferente y es un mundo y nosotros como cultura no nos escapamos de eso. Pero aprovecha esa espiritualidad para analizar la identidad que llevamos los mexicanos, con la influencia de Coatlicue, la madre tierra de los Aztecas que dio a luz a Huitzilopochtli (el dios de la guerra) después de embarazarse con una pluma, de la Malinche, una de las esclavas que le regalaron los tlaxcaltecas a Hernán Cortés y que fue una pieza importante en la conquista y, finalmente, como mexicanos, de la Virgen de Guadalupe, la otra cara de Tonantzin, un título azteca que significa Nuesstra Madre Verdadera y que se le daba principalmente a Coatlicue y a Cihuacoatl (la Mujer Serpiente). Quizá me sentí identificada porque así atea como soy he oído a la gente renegar de la Malinche toda la vida y he presenciado la veneración que se le tiene a la virgen de Guadalupe.

Es una lástima que siento que Anzaldúa teme dar conclusiones certeras, pero me gusta el análisis que hace. Usa todo para analizar su propia cultura, a la que llama "a border culture" (una cultura de la frontera) y a situarse a sí misma en ella, como mexicana, lesbiana, como chicana, como estadounidense. Lo mismo hace con su lengua y sus raíces. Más arriba ya dije que Gloria menciona en cierta parte del libro que su mamá se horrorizaba al oírla hablar inglés con acento mexicano porque decía que le sería imposible conseguir trabajo. Tiene una cultura que siempre se ve forzada a caminar entre dos idiomas y ninguno es de ellos: el inglés lo hablan con acento, el español también. 
Deslenguadas. Somos las del español deficiente. We are your linguistic nightmare, your linguistic aberration, your linguistic mestisaje, the subject of your burla. Because we speak with tongues of fire we are culturally crucified. Racially, culturally and linguistically somos huérfanos —we speak an orphan tongue
La cultura, la lengua y la identidad son una gran parte de lo que escribe y presenta Anzaldúa en este libro. Es casi todo el libro, aunque también aprovecha para hablar de ella misma y su escritura y de su sorpresa la primera vez que vio a un Chicano publicado y se convenció de que ella también podía lograrlo. Sus poemas siguen la misma línea y ocupan poco más de la mitad del libro. Pero si no les gustara la poesía y aun así les interesara el tema del libro, les aseguro que el libro lo vale todo sólo por sus ensayos y sus análisis. 

Desfile del Cinco de Mayo en Houston, Texas. 2013.
Anzaldúa, sin glorificar su cultura, también hace notar el machismo existente entre los mexicanos y lo que les han enseñado: "calladita te ves más bonita". También, ¡por fin!, hace notar que la palabra machismo viene del inglés, al menos para ellos, y que para sus padres, ser macho no era algo malo: significaba ser fuerte para poder proteger a sus esposas y a sus hijas. La connotación negativa llega después, con el feminismo y los movimientos de liberación. Deja claro que las mujeres ya no quieren ser protegidas, sino andar a la par de los hombres

Libro recomendado, sobre todo para los mexicanos. lo leí en inglés (desconozco su el libro está traducido), pero el libro entero está en spanglish: tiene expresiones mexicanas (norteñas en su mayoría) en todas y cada una de las páginas, recordándonos que, antes que cualquier otra cosa, Gloria es Chicana. Muy recomendado. Aquí abajo dejo la versión de Ensable Youak de La llorona, la canción que da comienzo a la segunda parte del libro.

martes, 15 de marzo de 2016

Las (pobres y olvidadas) comillas angulares

Hace tiempo escribí del uso de la raya (o guion largo) en los diálogos, así que después de que me preguntaran y que me diera cuenta de que las comillas angulares están cayendo completamente en el olvido, vengo a hablar de ellas y de sus usos. Mi fuente, como siempre, es la Ortografía 2010 de la RAE (apoyada por las 2005) y no soy lingüista, ni correctora de estilo, así que me veo en la necesidad de poner la siguiente advertencia.

ADVERTENCIA PARA NAVEGANTES: No soy una erudita de la lengua española, sólo una ñoña que revisó toda la Ortografía de la RAE para aprender a puntuar. Soy humana y, como tal, tengo errores.

Ahora sí... ¡empecemos!


Las comillas son un símbolo doble y se usan diferentes en español: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (y son estas: «», nada de signos de mayor y menor que: << >>), las inglesas, a.k.a las del teclado ("") y las comillas simples. La RAE recomienda por activa y por pasiva el uso de las comillas angulares en primera instancia en textos impresos «», recomendando dejar las otras para cuando se quiera entrecomillar un texto dentro de un texto que ya va entrecomillado, por ejemplo, algo así: 
«Antonio fue el que me dijo: "Vaya 'cacharro' se ha comprado Julian"».

Se usan como jerarquía: primero angulares, luego inglesas, luego simples. Todo muy sencillo, al parecer. Entonces ¿por qué hay un montón de gente que no las sabe usar? Bueno, es que no están en el teclado normal que usamos, tampoco en las máquinas de escribir. De hecho, si la gente conoce su existencia es por los libros y porque casi siempre (salgo alguna edición rarita hecha a la inglesa a.k.a las ediciones del Fondo de Cultura Económica) se usan para delimitar los pensamientos de los personajes y todo texto que necesite ir entrecomillado. ¿Cómo las obtenemos en el teclado? 

En Mac (y probablemente Linux):
  • Comilla angular de apertura («): Shift + Alt + { 
  • Comilla angular de cierre (»): Shift + Alt + }
En Windows: 
  • Comilla angular de apertura («): Alt + 174
  • Comilla angular de cierre (»): Alt + 0171
Ahora sí, ya que saben como demonios obtenerlas (y si no funciona, hagan uso del copy&paste o la técnica que se les ocurra) vamos a ver su uso en las narraciones específicamente, no me meteré con citas ni nada por el estilo. Primero, las comillas siempre siempre van pegadas al primer caracter de la oración y al último. Algo así. El siguiente caracter después de las comillas latinas va separado, a menos de que sea un signo de puntuación.
Ejemplo:
«Todo fue un desastre» fue el veredicto.
«Todo fue un desastre», pensó Juan.
Así NO:
«Todo fue un desastre»fue el veredicto.
« Todo fue un desastre » fue el veredicto.
«Todo fue un desastre» , pensó Juan.
Para marcar los pensamientos hacemos casi lo mismo que en los diálogos. De hecho, yo he visto un par de maneras de hacerlo. Que son así:
«Todo fue un desastre», pensó Juan; «todo nos salió mal».
«Todo fue un desastre ―pensó Juan―; todo nos salió mal».
Ahora las voy a explicar las dos para que no se confundan, pero según mi entendimiento (y el de los correctores de estilo de la mayoría de las novelas que conozco) las dos son correctas. En la primera, se usan las comillas en todas partes, con las reglas que ya vimos: pegadas a las oraciones de los pensamientos, con los signos de puntuación después de ellas (ponerlos antes es un error, así se ponen en inglés, nada más) o pegados a la acotación del narrador. En la segunda, en la acotación del narrador en medio del pensamiento, se usan guiones largos (o rayas) como en los diálogos normales. En este caso, igual que en los diálogos, las rayas van pegadas a la acotación del narrador y los signos de puntuación van después.

Pueden usar el modo que deseen, pero... ¡POR FAVOR!, usen la misma forma durante todo el texto. No se ve ni bien, ni elegante, ni estético que estén saltando de una a otra. En realidad este era un tutorial bastante pequeño porque no abarqué más usos de las comillas angulares, pero ya saben, si tienen dudas (y yo sé responderlas) con mucho gusto las respondo aquí abajo. Y si quieren que hable más de puntuación, también se aceptan ideas aquí debajo.


domingo, 13 de marzo de 2016

Persona Normal, Benito Taibo | Reseña


Sinopsis: Una grandiosa e increíble aventura para ser todo... excepto normal.
Tenía un par de padres divertidos y jóvenes, llenos de sueños y de planes. Pero a mis doce años, cinco meses, tres días y dos horas y cuarto, aproximadamente, me quedé sin ellos
Desde que el tío Paco se hizo cargo de él, Sebastián ha vivido aventuras increíbles: tuvo un encuentro inesperado con un enorme felino, conoció a uno de los últimos vampiros que viven en el DF; frente a su casa vio a un mítico personaje saltar de la góndola en la que viajaba, para rescatar a una joven de una inundación; consiguió un mapa estelar para un pobre extraterrestre perdido en la Tierra, sobrevivió el embate de un enorme monstruo marino, peleó al lado de los sioux para defender su territorio de los colonizadores? ¿Qué pasa con Sebastián? ¿Acaso no es una «persona normal»?


Este libro me dejó con una sola sensación. Cuando lo acabé (o más, bien, cuando descubrí que más o menos las últimas quince páginas o más eran sólo una nota que hablaba de libros que ya conocía) y lo cerré tuve ganas de agarrar y con toda mi paciencia (o sea, bastante poca) ir con Benito Taibo, escritor al que aprecio bastante, estampárselo en la cara y decirle "no mames". Había escuchado cosas buenas de él, que era un libro increíble para los amantes de la lectura y que te cambiaba la vida. Primero que nada voy a ir con la gente que me dijo que era un libro que cambiaba la vida para pedirles el dinero que me gasté en él porque juro que yo le tenía buena fe al libro. Más que buena, ¡buenísima!

Benito Taibo
¿Exactamente cuál es mi problema con este libro si a casi todo el mundo le ha gustado? Pues... ¿cuál no es mi problema con este libro? No sé por donde empezar. Hay muchos. Pero bueno, como por algo tengo que empezar, empezaré por... ¡la voz narrativa!

Cuando empieza el libro, Sebastián tiene doce años. Y nos está narrando lo que le va pasando a lo largo de casi toda su adolescencia. Bueno, un libro con un narrador en primera persona tiene que hacerte creer que efectivamente la voz del narrador es la del personaje y que suene natural en tu cabeza. Sebastián a los doce años es Benito Taibo en el presente. No te lo crees que sea un adolescente... bueno, casi adolescente, ni porque se te aparezca la Virgen de Guadalupe a jurártelo. No me vale la excusa de que Sebastián es muy maduro para su edad, no; maduro podrá ser, pero doce años sigue teniendo

El libro es un libro que continuamente habla de libros. Aunque en vez de darle variedad se va por el canon de la literatura occidental, que sinceramente se vuelve muy aburrido después de un rato. Justo lo dije en mis entradas pasadas: leer a hombres blancos heterosexuales (en su mayoría) que ya están en la tumba (en su mayoría) no tiene nada de malo, pero hay más peces en el mar y libros en la tierra. Además que es un libro que tiende a alimentar el ego de la gente que se cree superior por leer y la única edad a la que eso está bien es en la adolescencia. Pero no, en serio, leer no hace a nadie más especial o más inteligente. Es algo maravilloso y te enseña muchas cosas, pero de ahí a sentirte bastante superior como Sebastián a sus compañeros de secundaria hay un trecho. Y de ahí a pintarlo como una actitud deseable o correcta hay otro. 


No sé si les he dicho porque John Green me parece un escritor pésimo, pero si no lo he dicho lo digo ahora: es incapaz de ser imparcial, en cada página aparece, saludándote desde una esquina y dándote su opinión sobre casi todo. Algo parecido hace Benito Taibo, que parece que en todos los capítulos quiere darte una lección moral cuando realmente es algo que no le corresponde al libro: ni a este ni a ninguno. El trabajo de los libros no es darte las conclusiones, es dejarte saltar a ellas como puedas. Pero bueno, a la mejor hay a quien le gusta esto, yo no juzgo. El problema de este libro es que no tienen ninguna clase de núcleo, sus escenas no tienen otro propósito más que el que darte una lección por vez, así que la historia avanza a trompicones sin tener interés en llegar a alguna clase de final o tener un hilo conductor que vaya a alguna parte. 

Por lo demás, es un libro que está muy bien escrito, pero que esté bien escrito no es el mérito de ningún libro: se supone que todos lo están. Hilar las palabras en oraciones que suenen podrá ser complicado, pero más complicado es unirlas para contar una historia con algo de profundidad, con un núcleo bien definido y para dejarte saltar a las conclusiones tú solito. En fin, como conclusión, sólo se me ocurre decir que este libro sí me decepcionó bastante y aunque los personajes en su mayoría son agradables, el libro no le ayuda mucho.